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La casona de la escuela Centeno Güell muere lentamente

Edificio ubicado en el centro de Guadalupe se está hundiendo y requiere más de ¢700 millones para rescatarlo

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La antigua escuela Fernando Centeno Güell resiente el paso de los años y la falta de trabajos de mantenimiento. Este edificio se construyó en la década de 1920. José Díaz / Agencia Ojo por Ojo. (Jose Diaz)

La histórica y emblemática “casona” de la escuela de enseñanza especial Fernando Centeno Güell, ubicada en el centro del cantón de Guadalupe, se está hundiendo, agoniza lentamente, y posiblemente cuando se le quiera revivir ya será muy tarde.

El edificio, que albergó el primer centro de enseñanza especial del país desde 1947 y hasta la década de los años 80 tiene serios problemas en su estructura que son urgentes de intervenir, sin embargo, por diversas razones la ayuda no la ha recibido y no la recibirá con premura.

La llamada casona albergó 6 aulas para la atención de los niños y hasta tenía un consultorio médico y las oficinas administrativas.

Hoy, el inmueble resiente el paso de los años, pero más allá de eso, su imagen muestra el deterioro y el abandono que ha sufrido por parte de las autoridades.

Un artículo de La Nación del 15 de noviembre de 1958 muestra los interiores de la escuela. Desde su fundación, en la Centeno Güell se han atendido a niños y jóvenes con discapacidades visuales, motoras y retraso mental. José Díaz / Agencia Ojo por Ojo. (Jose Diaz)

Una declaratoria de Patrimonio Histórico Arquitectónico que se firmó el 5 de agosto de 1991 pretendía mantener con vida al edificio, pues con este reconocimiento se prohíbe su demolición y faculta a sus propietarios a que “su eventual restauración se hará bajo la supervisión y dirección” del Centro de Patrimonio Histórico Arquitectónico.

Sin embargo, al día de hoy se necesitan más de ¢700 millones para iniciar los trabajos de restauración y las autoridades de la Dirección de Infraestructura y Equipamiento Educativo (DIEE) del MEP reconocen que no cuentan con esa plata.

Su costó fue de ¢100 mil. José Díaz / Agencia Ojo por Ojo. (Jose Diaz)

Joya al servicio de la educación

Fernando Centeno Güell nació en 1907. En Europa cursó la universidad, donde estudió Pedagogía Especializada y se preparó para trabajar con niños con necesidades especiales.

Regresó al país en 1940 y el 24 de julio de ese año fundó la Escuela de Enseñanza Especial, que en sus primeros años se ubicó frente a la casa Matute Gómez, en barrio González Lahmann, en una casa que fue propiedad del expresidente Ricardo Jiménez.

Años más tarde, don Fernando encontró el lugar en el cual logró establecer la escuela en el centro de Guadalupe. Su costó fue de ¢100 mil y se fundó el 17 de setiembre de 1947.

Este edificio se construyó en la década de 1920. Es una casa de madera, cuyos colores originales se mantienen. Las paredes de la fachada son blanco hueso y sus columnas y los marcos de las ventanas tienen un tono celeste.

Algunas ventanas ya están sin vidrios y en los alrededores tienen unas tablas que servían como soporte, pero ya colapsaron. José Díaz / Agencia Ojo por Ojo. (Jose Diaz)

La escuela inició funciones con 8 alumnos, un director técnico y una maestra auxiliar. Cuando se reubicó ya contaba con 8 profesores, un siquiatra y una enfermera y había 100 alumnos matriculados, entre los 7 y los 14 años.

Años después la escuela se renombró Fernando Centeno Güell en homenaje a su fundador. Centeno falleció el 15 de setiembre de 1993 a los 86 años.

Primero las bases

Diego Meléndez, director del Centro de Conservación del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, manifestó que las reparaciones son urgentes y lo que se necesita de primera mano es intervenir las bases.

“La casa se está hundiendo y nivelar el edificio sería un primer avance, este proceso no es complicado ni lento. Además se debe reparar la instalación eléctrica y rescatar todos los elementos internos que puedan aprovecharse, como vidrios, perillas y otros”, manifestó.

Con él coincidió Viviana Rojas, directora general del centro educativo, quien comentó que en la casona no hay agua ni luz para evitar un mayor deterioro.

El edificio más viejo, que se construyó en los años 60 tiene una orden sanitaria y requiere que se repare el cielorraso y la instalación eléctrica. José Díaz / Agencia Ojo por Ojo. (Jose Diaz)

“Se giró una orden sanitaria en el 2016. Por algunos años usamos la casona como una bodega, en donde se guardaban archivos, pero hemos sacado cosas poco a poco. Lamentamos que pese a los esfuerzos que se han realizado, aún no contamos con los recursos para hacerle frente a las reparaciones que necesita este edificio”, manifestó.

Rojas añadió que si la casa se logra restaurar, en ella desean construir un museo, donde se de a conocer toda la obra de don Fernando. Allí se exhibiría equipo antiguo, fotos y habría una pequeña soda, en la que trabajarían los estudiantes más grandes.

“Desde el año pasado, Patrimonio se ha reunido con nosotros y hasta le presentaron a la DIEE los planos que se necesitan para la restauración. Lo primordial es que se giren los fondos, porque nosotros a nivel interno no tenemos cómo hacerle frente a esas reparaciones.

La fachada de la casona está despintada, su madera está dañada. Al día de hoy, el acceso está restringido para evitar accidentes. José Díaz / Agencia Ojo por Ojo. (Jose Diaz)

"Para mí ambas cosas son importantes, pero no solamente la casona tiene una orden sanitaria, sino que hay un edificio en donde los estudiantes reciben clases y también necesita reparaciones. Si me ponen a escoger, preferiría el bienestar de los estudiantes, porque esos trabajos cuestan menos de ¢400 millones”, comentó la directora.

Rojas agregó que otro problema es la reubicación de las paradas de buses en el centro de Guadalupe. Una parada se ubicó al puro frente a la casona y el humo y el ruido causan más daños a la maltratada estructura.

“A nosotros no nos consultaron sobre la decisión del cambio de paradas. Solamente nos informaron y por las mañanas y las tardes, sobre todo, las filas de buses son muy extensas y estoy segura de que con el paso del tiempo el humo de los buses y la contaminación sónica dañarán más la casona”, afirmó.

Mario Shedden, jefe del Departamento de Gestión de Proyectos Específicos de la DIEE, manifestó que sobre el centro educativo hay varias órdenes sanitarias pendientes.

Hasta las placas que muestran la declaratoria de Patrimonio Histórico Arquitectónico están deterioradas. José Díaz / Agencia Ojo por Ojo. (Jose Diaz)

"En este momento estamos esperando que nos aprueben ¢300 millones para reparar el sistema eléctrico de uno de los edificios y para construir un edificio nuevo, pues en un tiempo se recibirán estudiantes de otros centros educativos.

“En relación con la casona, hay un tema de prioridades. Sabemos que es un edificio patrimonial, pero debemos adaptarlo a la Ley 7600 y esto será más caro que inclusive hacer una casona nueva. Nuestra prioridad es el interés de los estudiantes y su derecho a la educación, debemos resolver el interés de los estudiantes con los recursos que tenemos y si nos inclinamos hacia un objetivo, el primero será mantener a los alumnos de forma segura”, aseguró.

Shedden destacó que Catalina Salas, directora de la DIEE, está gestionando una reunión con la Dirección de Patrimonio para iniciar con la restauración de la casona y se estima que es un proyecto que podría iniciarse a finales del 2021 o inicios del 2022.

Por otro lado, el director de Patrimonio fue claro en que el MEP como propietario del inmueble es el responsable de su mantenimiento y conservación.

“Entendemos que ellos tienen sus necesidades, pero la Ley de Patrimonio es clara en indicar que deben dedicar fondos a los edificios patrimoniales y hoy en día el MEP tiene más de 60 edificios declarados Patrimonio Histórico, entre escuelas y colegios en todo el país. Es un edificio muy bonito y estoy seguro de que si se hubiera intervenido antes, los arreglos no serían tan caros y entre más tiempo se dure en iniciar las obras, los trabajos serán más costosos”, reconoció.

Por muchos años la casona se utilizó como bodega, donde se almacenaban documentos. José Díaz / Agencia Ojo por Ojo. (Jose Diaz)
Yenci Aguilar Arroyo

Yenci Aguilar Arroyo

Redactora de la sección de Deportes. Trabajó en las secciones de Nacionales, Tiempo Libre y tiene experiencia en comunicación institucional. Cuenta con 18 años de experiencia, desarrollada principalmente en el periodismo escrito. Fue designada Periodista del Año del 2023. Trabajó en el Periódico Al Día.

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