Doña Ana Rita Rojas es alajueliteña de pura cepa. Como ella misma dice: “Nací, crecí y vivo en Alajuelita”. Tiene 57 años y hace unos 25 años su papá se inventó un anuncio para un chatarrero al cual ella le puso la voz.
Ese anuncio, casi 20 años después, gracias al empujón que le dieron las redes sociales, se volvió viral y, prácticamente, todo el país lo reconoce con solo las primeras palabras: “Estimados vecinos, andamos recogiendo chatarra como latas viejas…”.
Está casada con don Juan Carlos Méndez y tiene 3 hijos: Juan Carlos, Viviana y Ana Paula.
LEA MÁS: Niña escribe para cambiar el mundo, alejándolo del bullying y acercándolo a la naturaleza
Su papá, don Luis Rojas Campos, falleció hace seis años. Él fue regidor varias veces en Alajuelita; doña Grace Prado, la mamá, lamentablemente, también murió hace 3 años.
La idea fue del papá
Fue su papá, por allá del 2000, cuando puso un negocito de perifoneo para las empresas alajueliteñas y la iglesia, entre otros, que llegó un chatarrero a pedirle que le grabara un audio, porque andar manejando con una mano y con la otra ir sosteniendo el micrófono para gritar que estaba recogiendo chatarra se le hacía muy difícil.
El primer audio se vendió en 5 mil colones, después llegó otro chatarrero, luego otro y así. A cada uno se le grababa un audio diferente y exclusivo.
Don Luis no pudo disfrutar de la fama de su hija, pero sí la presintió. Cuando grabó aquel primer audio y doña Ana le puso su voz, le dijo: “Ay hija, cuidado y usted no se hace famosa con este audio”. Veinte años después, aquellas palabras se hicieron realidad.
Cambió la vida
Aquel audio grabado en el 2000 para chatarreros, que se vendía a 5 mil colones el casete, se transformó con el paso del tiempo en el responsable de darle a doña Ana una fuente de empleo.
LEA MÁS: Familia despierta la tradición con faroles patrios hechos 100% a mano
Confirma ella que 20 años después, en media pandemia, al hacerse muy conocido el audio y quién lo grabó, empezó un cambio total en su vida.
Mientras el audio no era muy popular, doña Ana era ama de casa, también daba clases de zumba. A partir del 2020, lo de ama de casa siguió, las clases de zumba no y comenzó a nacer la doña Ana locutora de anuncios y figura pública para marcas comerciales.
“Sí. Estimados vecinos me cambió la vida. Era una antes de la popularidad del audio y otra después. Conforme avanzó el tiempo, tras la pandemia, me llegó una popularidad que no esperaba.
“Le doy un ejemplo; antes iba al supermercado a comprar lo que fuera y me pasaba como a cualquier persona le pasa: llegaba, compraba y me devolvía a la casa.
“Ahora es diferente, la gente me reconoce, me detiene para hablarme del audio y, lógico, siempre, en todo lugar me piden que diga el audio, algo que hago con mucho amor a las personas y como un gran homenaje a mi papá”.
Nunca se lo imaginó
Actualmente, al hogar de doña Ana entra platica que ella se gana gracias al audio. Diferentes negocios y empresas la llaman para contratarla. Recordó a empresas como McDonald’s, MaxiPalí, Phillips y Corona.
“Ni por la mente me pasó nunca que esta ama de casa iba a ganar platica por el audio que grabé hace más de 20 años.
“También pasa algo muy particular, la gente piensa que soy chatarrera, que ando con un carro recogiendo chatarra o que tengo un centro de acopio de chatarra y no es así. Jamás he tenido que ver con la chatarra, solo grabé.
“Me pasa mucho que, como los medios de comunicación como ustedes me invitan a contar la historia, entonces ponen mi número para contrataciones, que por cierto es el 8424-4841, entonces la gente lo apunta y me llama.
“Una señora me llamó y me dijo toda enojada que, por favor, no pasara mañana por su casa porque tenía un familiar enfermo”, recordó con una gran sonrisa.
Creen que es chatarrera
También nos contó que la llaman para decirle que en tal o cual lugar tienen una refrigeradora para que la vaya a recoger, y es ahí cuando debe decirles que ella no tiene que ver con chatarra.
LEA MÁS: En escuela de Costa Rica viven tres tropas de monos y alumnos aprendieron a convivir con ellos
¿No me diga que no la han despertado un sábado a las 6 de la mañana con su audio de “estimados vecinos”?
“Nunca (y le da risa). La gente me reclama mucho eso, que los levanto demasiado temprano, pero en mi caso es que por casa casi nunca pasan chatarreros.
“Lo que sí me ha pasado es estar con amigas o familiares tomando café por la tarde, por ejemplo, y escuchar un carro que va con el audio, entonces comenzamos todos a reírnos y vuelve la historia y hasta me piden que diga ‘estimados vecinos’”.
Otro de los cambios en la vida de Macha, como le dicen desde siempre, es el cariño de la gente. Cuando la reconocen, de una vez, se le acercan y le muestran ese calor tico que a ella le encanta, aunque acepta que es tímida, pero una vez que le hablan se suelta.
“Dicen que me hice famosa. Papá como que lo sabía y me lo anunció. Soy una agradecida de la vida y del cariño de la gente porque por ese cariño es que ahora tengo mi propio emprendimiento”, comenta con gran alegría.