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¡Los comegüevos de Costa Rica están felices!

Este producto se mantiene en la dieta costarricense desde el siglo 16

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“Tatica y mamita: Luquitas y yo comimos un huevito y la mitad nos sobró”.

Este dicho de la época de la Colonia nos habla del tradicional huevo duro, uno de los productos estrella de la dieta costarricense desde el siglo 16, cuando los españoles trajeron gallinas durante sus primeros viajes.

Conscientes de la importancia que tiene este alimento en la mesa del tico, Auto Mercado puso a la venta la semana pasada las bolsitas con huevos duros, que vienen ya pelados, listos para servir.

Marco Roldán, comprador de categorías de Auto Mercado, nos comentó que el producto tiene como objetivo ofrecer a los clientes un producto innovador y práctico.

“Es hecho por la empresa Eggs Clara, de Atenas. Vienen seis huevos en un empaque hermético, enteros, listos para servir y se deben mantener refrigerados para que se conserven durante un mes”, dijo.

Agregó que en la actualidad muchas personas están haciendo dietas y no cuentan con el tiempo para cocinar un huevo duro y por eso conversaron con Eggs Clara para ofrecer los huevitos.

“Sabemos que es parte indiscutible de la dieta del tico y esperamos satisfacer las necesidades de nuestros clientes. Cada paquete con seis cuesta ¢1.995”, manifestó.

Cotidiano y delicioso

De acuerdo con el investigador de la cultura costarricense Dionisio Cabal, el huevo duro es un producto tan cotidiano como el arroz y los frijoles y tiene la ventaja de que se puede preservar y es fácil de transportar.

“Esa facilidad popularizó su consumo y por eso cuando hablamos de huevos duros se nos viene a la mente la imagen del campesino comiéndolo en su tiempo de almuerzo, a eso de las diez de la mañana y además es el salvatandas de todos los paseos, de las familias de modestos recursos que van a pasear a la playa o la montaña", dijo Dionisio.

Con él coincide la costumbrista María Mayela Padilla, quien nos dice que el huevo duro es una de las manifestaciones de nuestra vida campesina.

“Recuerdo que cuando era niña e íbamos a trabajar a la finca siempre venía en la burra (gallo pinto) un huevo duro. Este producto se sigue consumiendo en las casas y algunos los mantienen como parte del menú de los paseos. Es fácil de preparar, de pelar y es higiénico a la hora de comer”, agregó.

¿Una ofensa?

Cuando se habla del huevo duro es imposible no pensar en la expresión “comegüevos”.

Según Cabal, esta expresión se usa desde hace unos 25 años y nació como una forma despectiva de expresarse de la gente de bajos recursos.

“Algunas personas empezaron a expresarse así de las personas más humildes que no podían darse el lujo de comer algún platillo más caro, pero la verdad es que el huevo duro es un elemento muy aprovechado por la mayoría de los costarricenses. Al contrario de lo que se piensa, la pobreza hace que el huevo duro se consuma en menor grado en las zonas más empobrecidas del país”, expresó.

Para María Mayela Padilla, el hecho de que la llamen comegüevos no la hace sentir mal.

“Yo no me siento ofendida cuando me dicen comegüevos, sigo manteniendo mis raíces y creo que todos se comen un huevo duro indistintamente de su condición social. A mí me encanta comérmelo solito, con un poco de sal, eso me llena muchísimo”, afirmó.

Un manjar

La nutricionista Fabiola Castro nos explica que el huevo duro favorece la pérdida de peso a través de su efecto de llenura.

“Mejora la salud de los huesos y por su aporte de colesterol bueno reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además aporta ciertas cantidades de otras vitaminas (D, E, K, B6) y minerales (calcio, zinc, hierro, potasio)”.

Agregó que en la actualidad el huevo duro es una excelente opción para meriendas en tratamientos de control de peso, nutrición deportiva y aumento de masa muscular.

La chef Viviana Muñoz explica que el huevo duro se puede utilizar en muchos platillos, por ejemplo ensaladas, empanadas, gallos y con carnes y además recomendó la forma ideal para que el huevito duro quede en el punto.

“Se debe poner a cocinar en agua fría, porque si se mete a la olla cuando el agua está hirviendo se revienta la cáscara. Cuando empieza a hervir el agua, el huevo se deja doce minutos y al finalizar ese tiempo se pasa por agua fría para detener el cocimiento y evitar que la yema se ponga verde”, finalizó.

Los comegüevos son tan nuestros que incluso han llegado al arte. El pintor Rodolfo Stanley los retrató en el 2012 en la colección “El carnaval de los comegüevos”.

Yenci Aguilar Arroyo

Yenci Aguilar Arroyo

Redactora de la sección de Nacionales. Trabajó en las secciones de Deportes, Tiempo Libre y tiene experiencia en comunicación institucional. Cuenta con 18 años de experiencia, desarrollada principalmente en el periodismo escrito. Fue designada Periodista del Año del 2023. Trabajó en el Periódico Al Día.

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