Los filazos calentaron el debate

Por más de dos horas canal 7 puso esta noche a los cinco candidatos con más pegue en las encuestas a debatir y aunque muchos trataron de mantener la calma y propiciar el diálogo, las entradas con los tacos de frente terminaron por calentar el asunto.

Mientras cada político trataba de convencer a los televidentes con sus propuestas de gobierno los otros se encargaban de bajarle el piso con preguntas y comentarios para echar a perder el discurso.

Los filazos por la ideología de género estuvieron presentes y calentaron, como es costumbre el ambiente. Los momentos más llamativos ocurrieron cuando Carlos Alvarado le solicitó a Fabricio, del mismo apellido, que le indicara al menos el nombre de 10 personas que lo acompañarían en un eventual gobierno suyo.

Como Fabricio no soltó prenda, Carlos aprovechó para darle duro de nuevo y cuestionar que no tenía equipo para gobernar, mientras sacaba caja con el nombre de algunos políticos que lo acompañarían a él.

No obstante Alvarado también tuvo que defenderse como un vikingo, ya que le tiraron sus buenos filazos por haber sido el gobierno de Luis Guillermo Solís el que promovió una consulta en la Corte Interamericana de Derechos Humanos para legalizar el matrimonio entre parejas del mismo sexo y por las gestiones en las Naciones Unidas de la presidenta del INAMU para quitar las penas de cárcel por el aborto.

Las peleas entre Juan Diego Castro y Antonio Álvarez Desanti tampoco podían faltar, ya que ambos se mandaron duro sobre las faltas de cada uno, un tema que se repite en cada debate en los que han participado, por lo que ya muchos están acostumbrados a verlos agarrados de las mechas.

En fin el debate se convirtió en una lucha de todos contra todos, aunque Rodolfo Piza y Carlos Alvarado no se tiraron entre ellos y más bien hasta se ofrecieron a trabajar juntos en caso de que uno u otro resultara ganador.

Una vez finalizado el debate no tardaron en aparecer los chistes y las burlas en redes sociales, especialmente de quienes criticaron las frases redundantes y que no contestaban con claridad las preguntas y se iban en pura hablada.