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Los huérfanos por el covid: un problema que crece y en Costa Rica nadie tiene datos

Sicóloga del PANI aconseja cómo acompañar a los niños

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Adriel Leiva Quirós, de tan solo nueve años, perdió a sus papitos por culpa del covid 19. Él es uno de los niños que han quedado huérfanos durante esta pandemia en Costa Rica que nos ataca desde marzo del 2020.

No sabemos si son poquitos o muchos lo pequeños que han quedado sin ambos padres, o sin uno de ellos, porque en el país no existe un registro de estas víctimas de esta guerra epidemiológica. Y este es un serio problema de salud pública al que nuestras autoridades no le han entrado.

El no tener cifras oficiales demuestra que las autoridades están evadiendo un serio problema de salud pública.

Así lo enfatiza el salubrista público Darner Mora, quien agrega que casi dos millones de menores de 18 años en el mundo perdieron a su madre, padre o a sus abuelos con los que se criaba, dato a junio del 2021.

“La crisis originada por el covid-19 dejará, entre los legados no deseados, un ejército de niños sin padres. De acuerdo con estimaciones publicadas en la revista The Lancet, por cada dos personas fallecidas por la enfermedad del coronavirus un niño queda huérfano”, compartió Mora.

Los estudios también revelaron una calamidad: debido a la pandemia, un niño queda huérfano cada 12 segundos y la lista va en aumento. Los países más afectados son Perú, Sudáfrica, México, Brasil, Colombia, Irán, Estados Unidos, Argentina y Rusia.

En Perú, país donde se registra la mayor tasa de mortalidad por covid-19, uno de cada cien menores ha perdido a sus padres o cuidadores por el virus. Niños y adolescentes afectados por la pérdida de sus progenitores reciben una pensión del Estado desde abril del 2021.

Lamentablemente, los efectos de la orfandad suelen ser retrasos en el desarrollo; un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental o violencia física, emocional y sexual; y pobreza familiar. Aunado a esto, se incrementan los suicidios, embarazos en adolescentes, enfermedades infecciosas y patologías crónicas, sin duda, un problema de salud pública.

Sin registros. Para el especialista Mora lo más preocupante es que en Costa Rica el tema se pasa por alto y ni siquiera hay registros de niños huérfanos por culpa del mortal virus.

“No es correcto que ni siquiera tengamos el registro de los muchachos que han quedado huérfanos, eso tiene varias repercusiones ¿quién garantiza la educación de los menores? a largo plazo va a ser un problema muy serio. Quizás la época más complicada va a ser la adolescencia, donde ese muchacho va a crecer con problemas sociales que le afectarán en el futuro, en especial su autoestima”, agregó Mora.

El experto asegura que la tragedia de los niños ha pasado inadvertida. Es un tema al que hay que entrarle y hacer un llamado de atención a las instituciones involucradas con el bienestar de la niñez.

“Es urgente establecer estrategias para prevenir la muerte de cuidadores (padres y abuelos), lo que se logra mediante la administración de vacunas, atención continua de las enfermedades crónicas y otras medidas de mitigación”, agregó el salubrista.

La segunda estrategia es preparar a las familias para atender a los niños que se quedan sin cuidado parental y proteger a los niños de la pobreza y vulnerabilidad mediante programas de protección social y seguimiento de su permanencia en el sistema educativo.

Apoyo entre hermanos

Uno de esos casos es el de Adriel Leiva Quirós de tan solo nueve años, y sus tres hermanos: Angeline (30), Marlen (25) y Betfort (21) quienes perdieron a sus padres Betfort Leiva y Xinia Quirós el 12 de octubre del 2021 a causa del covid, con tan solo unas horas de diferencia entre ambas partidas.

Si bien sus hermanos ya están grandes, el matrimonio con 30 años de casado, dejó a un pequeñito que de momento está al cuidado de sus hermanos mayores, pero deberá afrontar el resto de su vida sin la presencia de sus padres.

Él está en tercer grado y según nos contó Angeline, Adriel ha tenido una actitud muy madura ante lo que está viviendo, pero prefieren evitar hablarle del tema para no alterarlo.

En los casi tres meses que han transcurrido, los hermanos menores han pasado unos días con Marlen y otros con Angeline, pero todos, extrañan a sus padres.

“Estos días de fin y principio de año sí fueron muy difíciles. No esperábamos lo que nos pasó, éramos una familia muy unida, éramos muy apegados a ellos y los visitábamos a diario para contarles todo lo que hacíamos, por eso aún hay días en los que pienso, ´voy a llamar a mami para contarle’... y reacciono que ya no está”, destacó Marlen.

Asegura que pese a que ella es mayor, aún sigue siendo muy duro.

“Adriel era de ir a todo lado con mami y ahora tiene que acostumbrarse a otra casa, en la noche buscaba a mami y ahora debe acostumbrarse a algo diferente. Hay que hacerle entender las cosas que casi ni siquiera uno entiende”, explicó Marlen.

Marlen comentó que su hermanito lo que hace es preguntarles cómo es dónde están sus papás, cómo será el cielo, que si hacen tal cosa en el cielo, cosas así son sus preocupaciones, pero la mayoría del tiempo pasa tranquilo, pero extrañándolos mucho.

Por su parte, Angeline, la hermana mayor agregó que ahora enfrentan la ausencia y la soledad pidiéndole a Dios que les dé fuerza para salir adelante

“Ellos (sus padres) han sido los que le han dado esa fuerza a Adriel para salir adelante. Adriel era el bebé de los dos y mami lo chineaba mucho y siento que ellos están con uno aunque no los podamos ver y eso le ha dado tranquilidad a mi hermanito que ha sido muy valiente en estos momentos”, contó Angeline.

Adriel prefiere evitar el tema para no entristecerse y les dice a sus hermanas que no hablen de ello.

“No sé cómo habríamos enfrentado esto si nos hubiese pasado siendo niñas, yo que ya estoy vieja, me he sentido que me muero, ahora siendo una niña como él, que apenas tiene nueve años, que está creciendo y necesita a sus padres, más como eran, tan amorosos”, reflexionó Angeline.

Acompañamiento al niño

El cambio en la vida de estos menores que están quedando huérfanos tiene diferentes etapas, pero la inicial, del duelo es la más urgente de atender, por eso conversamos con la sicóloga del PANI Carol Guzmán, sobre cómo debe actuar quien quede a cargo del niño.

“Lo más importante es tener mucha empatía y comprensión con la nueva situación que está viviendo el niño o adolescente. Entender que de repente las personas que siempre han estado a cargo de su protección y de darles el cariño de primera mano y los responsables de su formación de personalidad y aprendizajes, ya no están, debe iniciar una vida diferente y adaptándose a las nuevas circunstancias”, explicó Guzmán.

Recordemos que pese a que los niños son muy adaptables y todo lo absorben con facilidad, van a sentir un gran vacío y dolor que no saben expresar como lo hace un adulto y pueden manifestarlo de forma que los que estén a su alrededor lo interpreten como mal comportamiento.

“Podrían dejar de comer, no dormir bien, aislarse, o presentar importantes retrocesos en su desarrollo como empezar a orinarse en la cama, tener pesadillas, retroceso en el lenguaje y no verlo como mala conducta, sino entender que está atravesando un duelo que no sabe cómo expresar”, aclaró la sicóloga.

Por eso, lo ideal es buscarle ayuda profesional desde un inicio y si no tiene cómo pagarlo, recuerde que algunas universidades y organizaciones no gubernamentales lo brindan de forma gratuita. El PANI también tiene la línea de apoyo 1147 y dan consultas en las oficinas locales de la institución.

“Es muy importante que cuenten con un apoyo integral en la escuela y los ambientes que el niño frecuenta conozcan su situación para que desarrollen algunas herramientas, lo observen y acompañen”, agregó Guzmán.

También es importante que el niño exprese sus sentimientos, no ocultarles nada, sino hablarles con la verdad y palabras de acuerdo a su edad y madurez.

“Tomar en cuenta su opinión en las decisiones que se van a tomar con él, si va a vivir en una nueva casa, si se le va a comprar algo, preguntarle cómo se siente, incluso en la comida, porque su mamá conocía sus gustos especiales”, comentó la especialista.

En la medida de lo posible ponerlo en clases de pintura, o música, de deportes para que pueda expresar lo que siente en algo que le guste.

Registro ante el PANI

El gerente técnico del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Eduardo Montero, aclaró a todas las personas que se han hecho cargo de los niños huérfanos, que si no son uno de los padres, deben acercarse a una de las oficinas de la institución para iniciar el trámite de acreditación como responsable legal del menor.

Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

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