Las votaciones presidenciales 2022 se recordarán porque se realizan en medio de la pandemia y eso eliminó una de las grandes alegrías del proceso electoral: los guías.
Vivimos un ejemplo de eso en la escuela Omar Dengo de Barrio Cuba, en la cual había, antitos de las seis de la mañana, una fila de siete personas y todas tuvieron que ir a su mesa de votación sin ninguna ayuda.
Esos niños y jóvenes guías con gran alegría acompañaban al votante perdido, con sonrisas y la camiseta del partido que apoyaban eran la gran salvada de los que no tenían ni idea de para dónde agarrar.
Se vive la fiesta democrática, serán doce horas en las cuales nuestros niños y jóvenes, casi que por primera vez desde que se fundó la Segunda República, estarán ausentes con su muy esperado: “venga, yo lo llevo donde le toca votar”.