Muchos inician el día con una taza de café y nada más. Por prisa, por costumbre o porque lo asocian con el ayuno intermitente, el hábito de desayunar solo café se ha vuelto muy común. Pero, ¿es realmente saludable?
La nutricionista Alejandra Irola, conocida en redes sociales como ¿Qué dice la nutri?, aclara que este tipo de práctica no es necesariamente mala, pero debe hacerse con supervisión profesional.
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“Eso de solo desayunar café se conoce como ayuno intermitente. Lo importante es cómo se rompe ese ayuno. Si la persona luego come comida rápida, no va a servir de nada”, explicó Irola.
Cuándo puede ser riesgoso
Según la especialista, no todas las personas pueden seguir ese hábito sin consecuencias.
“El solo desayunar café no es recomendable para población vulnerable, como embarazadas, deportistas o niños”, advierte.
También menciona que quienes sufren gastritis, estrés, hipotiroidismo, diabetes o hipertensión pueden experimentar reacciones adversas.
“Muy probablemente les va a agarrar una gastritis tremenda”, señala.
Irola insiste en que el ayuno intermitente puede ser beneficioso, pero únicamente si está bien planificado.
“El cuerpo entra en cetosis, usa las grasas como fuente de energía y descansa el sistema digestivo. Pero si usted ayuna y luego se come un pollo frito, de nada sirve”, puntualiza.
Qué hacer si no tienes tiempo para desayunar
Si la falta de tiempo es la razón, la nutricionista recomienda preparar una pequeña lonchera:
“Puede llevar queso, huevo, leche o un batido. Si come gallo pinto o tortillas, que sea poco. También puede tomar un yogurt con chía o fruta”.
Estas alternativas ayudan a romper el ayuno correctamente y evitan picos de glucosa o malestar estomacal.
Lo que dice la ciencia: el café puede alterar el control de azúcar
Un estudio publicado en el British Journal of Nutrition analizó el efecto del café en el metabolismo matutino.
Los investigadores de la Universidad de Bath (Reino Unido) descubrieron que tomar café fuerte antes del desayuno puede aumentar la glucosa en sangre hasta un 50%, en comparación con quienes comen antes de beberlo.
El experimento incluyó 29 participantes sanos. Luego de una noche de sueño interrumpido, algunos bebieron café antes de una bebida azucarada. El resultado fue claro: el café previo al desayuno alteró el control de glucosa, mientras que una noche de mal sueño no tuvo ese efecto.
En palabras simples, cuando el cuerpo recibe café antes que alimentos, se dificulta la regulación del azúcar. Por eso, los científicos recomiendan comer algo antes del primer café del día.
Conclusión: cuándo sí y cuándo no
Tomar café solo en la mañana no es peligroso en todos los casos, pero debe hacerse con cuidado:
-Puede ser parte de un ayuno intermitente si está supervisado por un profesional.
-No se recomienda para embarazadas, niños ni personas con enfermedades metabólicas o digestivas.
-Si se hace por costumbre o por falta de tiempo, conviene acompañarlo pronto con proteínas o alimentos naturales.
-El café, en la medida justa, puede ser un aliado. Pero como todo hábito, depende de cuándo, cómo y para quién.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial y fue revisado por un editor para asegurar su precisión.