Con el inicio del curso lectivo 2018 surgen muchas historias de superación que motivan e inspiran, tal es el caso de Kerlyn Castillo, quien a sus 33 años sueña con graduarse de quinto año.
Pero para lograrlo no está sola, pues tiene como compañera de clase a una persona que ha estado junto a ella durante casi la mitad de su vida, se trata de su hija Arleen Mora, de 17 años.
Ambas estudian de noche y son compañeras en el Liceo Nocturno José Joaquín Jiménez Nuñez, ubicado en las mismas instalaciones del Colegio Napoleón Quesada, en Guadalupe, Goicoechea.
Castillo, quien es casada y madre de tres hijos más y vive en la ciudadela La Facio, en Goicoechea, nos contó que esta “aventura” se gestó el año pasado.
“Básicamente, este sueño inició por dos cosas, la primera fue que ella (Arleen) me dijo que le estaba yendo mal en colegio en San Antonio de Coronado, donde estudiaba de día y que no se sentía bien, entonces le dije que podíamos hacer dos cosas, una era sacarla y la otra era que se metiera conmigo en el colegio de noche, entonces ella aceptó la segunda opción”, dijo.
“La otra razón fue que dejé de trabajar cuando mi otra hija menor nació, que tiene un año y dos meses. Entonces, mi esposo, que es un maravilloso hombre y con el que me casé hace tres años, me dijo que me metiera a estudiar, así que decidí aprovechar”, agregó.
Esta joven madre nos explicó que tuvo que abandonar sus estudios en el 2001, cuando quedó embarazada a la edad de 16 años, precisamente de la jovencita que ahora también es su compañera en el cole.
Agregó que cuando están en clases ella no es “mami”, sino más bien, una estudiante más.
“Cuando lo necesitamos nos pedimos ayuda, como que si fuéramos dos compañeras más. Las dos hemos diferenciado muy bien nuestro rol, tanto en el colegio como en la casa. Por ejemplo, a ella le cuesta inglés y a mí no, entonces yo le ayudo y cuando yo ocupo que alguien me explique matemática, ella lo hace, porque lo entiende muy bien”, agregó.
Otro factor importante en el éxito de este par de mujeres es el apoyo de sus profes y de sus demás compañeros.
“Nos han visto con mucho respeto, nos han dicho que es algo muy lindo que las dos estemos en esto y eso la verdad es que nos ha motivado mucho”, añadió.
No hay regaños
Contrario a lo que muchos podrían pensar, cuando Arleen se saca una mala nota, su madre no la regaña, más bien la motiva para que se supere, eso sí, de vez en cuando hay una broma de por medio.
“Cuando ella se saca una nota mala o yo le gano, la vacilo, le digo que le gané, ella a veces me reclama eso, pero siento es que parte de la bonita relación que tenemos”, añadió.
En lo que sí son más estrictas es cuando les toca hacer trabajos extraclase, pues ninguna de las dos quiere perder puntos en estas tareas.
Pruebas de bachi dan susto
Castillo nos dijo que las dos sueñan con recibir el título de bachiller juntas, este diciembre que se viene.
“Lo más bonito va a ser este fin de año, porque la meta que nos hemos puesto es llegar hasta el final juntas. Nos ha dado un poco de miedo, porque dicen que los exámenes de bachillerato son difíciles, aunque después nos apoyamos y decimos que sí lo vamos a lograr”, añadió.
Las dos también se han pensado ir a la universidad y más aún, porque quieren estudiar la misma carrera: criminología.
“Nos gusta mucho esa carrera, hemos visto precios, pero es un poco cara, así que yo prefiero que ella la empiece primero que yo, porque está muy joven y además yo quiero iniciar un negocio propio que es ponerme un salón de uñas”, finalizó.
Según datos del Ministerio de Educación Pública (MEP), este año cerca de 47 mil personas se inscribieron para sacar el cole de noche.