Mamá con COVID-19: “Cuando supe que mi hijo tenía el virus, sentí que caí en un precipicio”

Una familia de Guápiles enfrenta una terrible realidad debido al coronavirus

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Una familia vecina de Guápiles está enfrentando momentos terribles ya que sus tres miembros están contagiados de coronavirus.

El primero en enfermarse fue el papá, aunque todavía no sabe dónde se contagió. Él cree que pudo ser un día que fue a San José a hacer unos mandados.

“Él pasó varios días con diarrea, fiebre y dolor de estómago, casi no comía, perdió el gusto y el olfato. El jueves pasado decidimos ir al hospital de Guápiles, porque aunque llamamos al Ministerio de Salud para avisar del caso, nunca llegaron a la casa.

“Ese día le hicieron la prueba y salió positiva, quedó internado. A mi hijo de seis años y a mí también nos hicieron las pruebas, no nos dieron los resultados de una vez, pero nos dejaron en claro que debíamos guardar cuarentena por catorce días. El viernes en la noche, una ambulancia llegó a la casa a dejar a mi esposo porque ya estaba más estable.

Y el sábado en la tarde la mujer recibió una llamada en la que le confirmaron que ella y su hijo también estaban contagiados.

“Cuando supe que mi hijo también tenía el virus, sentí que caí en un precipicio. No pude evitar romper en llanto por el miedo que sentí por él. Mi mamá vive a unos kilómetros de mi casa y ella estuvo en contacto con nosotros así que, aunque la prueba de ella dio negativa, todos en esa casa también quedaron en cuarentena.

“Es aterrador vivir algo así, la presión que he sentido en estos días no se puede comparar con nada que haya vivido, lo que más me roba la paz es que mi hijo esté contagiado y pensar que pueda complicarse, espero que no le dé tan fuerte como a mi esposo”, expresó.

El papá del menor se puso grave de nuevo el sábado y por eso ese día en la noche tuvieron que llamar a la ambulancia para que se lo llevara al centro médico, donde lo internaron otra vez.

“Está con mucho dolor en el estómago y sigue con diarrea, un día de estos salió con el azúcar alta, entonces también le están controlando eso. Yo soy asmática y eso me pone en una condición de riesgo, he estado con tos, mucho dolor de cuerpo, sobre todo en las glándulas y las articulaciones, pero por dicha mi hijo no ha tenido síntomas”, contó.

Sin ayuda

Además de los malestares por la enfermedad, la familia ha tenido que lidiar con el abandono de sus conocidos y amigos, ya que la gente no quiere ni acercarse a la casa.

Por si fuera poco, la situación económica que viven es muy mala, ya que el padre de familia trabajaba como agente de ventas y hace tres meses se quedó sin trabajo.

“Nos estamos quedando sin artículos de limpieza y sin comida, yo le pedí a un conocido el favor de que nos fuera a comprar unas cosas y que una hermana mía le hacía el depósito para pagárselas, pero me dijo que no, la verdad no sé cómo vamos a hacer”, dijo preocupada la mujer.

Ella espera que su esposo mejore pronto para que regrese a casa, porque dice que en el hospital no se siente cómodo.

“El viernes, cuando lo iban sacando del hospital, la gente decía: ‘Viene el contagiado, ¡cuidado!' y lo veían con desprecio, por eso esperamos que pronto pueda volver a la casa”, aseguró.

Ella le pide a Dios que todos juntos puedan superar la enfermedad, para que pronto esto sea solo el recuerdo de una mala experiencia.