Una mamá lleva dos años y ocho meses pidiéndole a la CCSS una silla de ruedas para su hijo de 20 años, quien tiene parálisis cerebral.
La mujer, cuyo nombre no fue dado a conocer por la Corte, presentó un recurso de Amparo el 20 de mayo del 2022 en el que explica que el joven lleva un control médico en el hospital San Rafael de Alajuela, ya que viven en ese cantón.
Además de la paralísis, el muchacho tiene retardo mental y motor, por lo que no puede movilizarse por sus propios medios.
Ella asegura que para llevar al joven a las citas médicas y al Centro de Enseñanza Especial Marta Saborío en Alajuela, tiene que pedir prestada una silla de ruedas, es por eso que hizo los trámites para que la CCSS le de una.
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En febrero del 2018 un ortopedista del hospital alajuelense refirió el muchacho al Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare) para que le mandaran a hacer la silla y envió una nota en la que decía que una vez que estuviera lista la ficha técnica con las especificaciones la enviaran al Hospital San Rafael de Alajuela para tramitarla con presupuesto de ese centro médico.
Al joven lo atendieron en el Cenare el 25 de octubre del 2018; lo valoraron e hicieron la ficha técnica de la silla, pero nunca la enviaron al hospital de Alajuela, luego de eso le dieron de alta porque sabían que llevaba un control en el centro médico alajuelense.
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El 2 de mayo de este año el joven fue a una cita de Fisiatría al hospital de Alajuela pero no revisaron la boleta de la silla de ruedas.
Cansada de esperar y con la fe puesta en encontrar una solución, la mamá del muchacho presentó el recurso de amparo y lo ganó.
Los magistrados ordenaron a los directores del hospital de Alajuela y el Cenare a ponerse de acuerdo y coordinar para que -a más tardar en un mes- el joven tenga ya la silla de ruedas que tanto necesita.