Miles de mujeres marcharon este viernes en el centro de San José para pedir más respeto e igualdad en la sociedad costarricense.

El grupo se reunió en el parque Central de San José, en donde con carteles que decían “Más juntas que nunca” se hicieron sentir.

Clara Sánchez, de 44 años, fue una de las que se hizo presente, ella llegó a las 4 de la tarde a pesar de que el movimiento iniciaba a las 5:30 p.m.

“Vengo en representación de las mujeres de mi cantón (Turrialba) donde hay muchos casos de violencia intrafamiliar que en ocasiones han terminado en tragedia, debemos hacer un alto para que esto no ocurra, no es que se deben bajar los números, es que sencillamente estas cosas no deben pasar más”, comentó.

Carolina Valverde, de 26 años y oriunda de Desamparados, aseguró que no hay mucho de que celebrar, todo lo contrario, se debe trabajar más para que se siga reconociendo el trabajo y aporte que han hecho las mujeres en Costa Rica.

“La celebración es muy importante, pero no se debe limitar a solo hoy, debemos seguir luchando por igualdad en salarios, en puestos de trabajo y en oportunidades sociales porque todavía estamos rezagados”, comentó.

Para Valverde, las recientes denuncias de abuso sexual en contra del expresidente de Costa Rica Óscar Arias reafirman la importancia de este tipo de marchas.

“Nosotras no somos un objeto que alguien puede manosear libremente o decirle cualquier cosa en la calle, somos mujeres que merecemos respeto, que todos los días luchamos contra estas cosas que son bastante denigrantes”, agregó.

Es un privilegio

Diana Castro llegó a Costa Rica hace cuatro meses proveniente de Matagalpa, Nicaragua debido a la crisis que vive su país por la dictadura de Daniel Ortega.

Para ella, participar de esta marcha es un privilegio que en su tierra no existe.

“En Nicaragua nuestros derechos están por el suelo, hacer esto es condenarse a ir a la cárcel porque ninguna manifestación es permitida”, detalló.

“Estoy aquí en representación de muchas mujeres que en Nicaragua han sido asesinadas, violadas y agredidas, las estoy representando porque sé que allá sus voces no son escuchadas”.

Por otra parte, Lola Ibáñez, una española que vive en Costa Rica desde hace un año, afirmó que todavía hay una extensa brecha entre hombres y mujeres en temas como salarios y oportunidades.

“En muchos países de la región no hay igualdad, se debe educar a la población para que entiendan que todos somos iguales”, agregó.

Erwin Rueda fue uno de los tantos hombres que llegó a apoyar a este grupo de mujeres.

Para él, apoyar esta causa resulta importante, tomando en cuenta las formas de violencia a las que han sido sometidas las mujeres en los últimos años en Costa Rica.

De acuerdo con los organizadores, a la marcha asistieron poco más de 8 mil personas, la mayoría de ellas mujeres.

El movimiento inició en el parque Central y terminó en la plaza de la Democracia.