El exfutbolista Benjamín "el Indio” Mayorga comparte algo en común con Tomasito Tevelán: la misticismo de ser indígenas.

Mayorga es bribri mientras que Tomás es de la etnia quiché de Guatemala.

Tomasito visitó este miércoles el estadio Fello Meza de Cartago, ahí compartió con los jugadores y el cuerpo técnico, con quienes también mejengueó un rato.

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El Fello se convirtió en el primer estadio que Tomás conoció en su vida. Luego de abandonar el estuche nos dijo de manera jocosa que desenterró al muñeco, ese personaje al que muchos le echan la culpa por las desgracias del equipo que acumula 79 años sin ser campeón y que según la leyenda está enterrado en la cancha del estadio.

“Desenterré al muñeco para que Cartago sea campeón”, nos dijo el pequeño de 12 años.

Tomás se hizo famoso luego de que Manfred Calderón, un oficial de la Fuerza Pública, visitara un pueblito llamado Panajachel que es en donde vive Tomás.

Ambos conversaron y el pequeño demostró conocer mucho sobre Costa Rica, pues conocía del fantasma de la 29, de la historia de Saprissa y del muñeco de Cartago. Todo esto lo grabó Manfred, lo compartió en Facebook y se hizo viral en dos toques.

Para Mayorga, quien jugó entre 1998 y 1999 en la Universidad de San Carlos de Guatemala, las palabras de Tomasito no deben ser agarradas en vacilón ni como una charlatanería, pues según él, los indígenas tienen una vibra especial para hacer que las cosas sucedan.

“Aunque él lo diga en broma, tiene mucho poder. Tomasito es más fuerte que el muñeco. Nosotros los indígenas tenemos una vibra muy positiva y somos capaces con esa vibra de desechar poco a poco la cosas malas”, dijo el ídolo morado.

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De acuerdo con Mayorga, parte de lo que ellos tienen que otras personas no, es el contacto con la naturaleza.

“El indígena vive de una forma diferente al resto del mundo. Nosotros abrazamos al árbol, nos bañamos en el río y sabemos absorber esas buenas vibras de la naturaleza para trasmitirlas, eso es lo que hizo Tomás en Cartago, transmitirle todo lo bueno al equipo”, agregó.

El Indio agregó que otro aspecto positivo para el Cartaginés es doña Lucía Tevelán, la mamá de Tomás.

“A ella como mamá le alegra que a su hijo lo quieran tanto, por eso ella también le está dando un empujón al equipo con su vibra. Ella lo tuvo en el vientre y a nivel indígena eso hace que las fuerzas se multipliquen a favor de Cartago”, aseguró.

Espiritual y mental

Según Mayorga, ese empujón que le está dando Tomás y su mamá al equipo blanquiazul no será suficiente si no hay disposición de los jugadores, cuerpo técnico y aficionados.

“Ellos se deben disponer a nivel espiritual y mental, debe ser un relanzamiento para que se la crean. El equipo ha trabajado muy bien, pero deben sacar de sus mentes al muñeco”, mencionó.

Para él, en el Cartaginés deben hacer una reflexión y concentrarse en atrapar las buenas vibras que tengan de ahora en adelante.

No se atrae la maldición

La Teja consultó al brujo Yazá, quien opera en Heredia y confirmó lo que dijo Mayorga.

“No hace falta hacer una ceremonia, los indígenas son más sensibles para interpretar si hay intenciones buenas o malas. Me parece que este niño, por su semblante, se encontraba muy feliz, así que no dudo que algo especial pueda pasar en el equipo”, comentó.

Para este experto en hechicería, lo de Tomás no es algo que tenga que ver con magia blanca o negra, todo lo contrario, es un tema vibración entre él y el universo que tienen como objetivo beneficiar, en este caso, a un equipo.

“Al no tratarse de magia oscura ni de algo que va en contra de alguna persona, no hay manera de que esa maldición del equipo se le pase a Tomás. Si el equipo llega a ser campeón es porque se rompió una cadena que no lo dejaba alcanzar el título”, detalló.

Yazá aclaró que estos procesos de vibración positiva no son inmediatos, pero sí podrían generar pequeñas cambios para llegar al éxito.

Tomás llegó al país el el viernes anterior gracias a que Manfred Calderón, Silvia Lara y Karla López, quienes en viajes diferentes hechos entre octubre y diciembre del año anterior lo conocieron en su pueblo llamado Panajachel, por lo que se organizaron para traerlo a conocer Costa Rica.

El pequeño vino con su mamá y regresarán a Guatemala el próximo lunes 2 de marzo.