Raquel Mejías Rojas nació el 29 de febrero de 1992 en el hospital Escalante Pradilla de Pérez Zeledón.

O sea, ella es “bisiesta” y está muy orgullosa de serlo, a tal punto que asegura que las personas que nacen en años bisiestos tienen la llave de la eterna juventud porque cumplen cada cuatro años y eso los conserva jóvenes, alegres y felices.

Se suponía que Raque nacería por ahí del 3 de marzo, pero como a las 11 de la mañana de ese 29 de febrero, la mamá, doña Olga Rojas Sánchez, le dijo a una amiga, doña Jennid Guerrero, que se habían salvado porque le quedaba poco al día y ya ninguna (porque las dos estaban embarazadas) tendría el hijo ese día.

La amiga, con palabras sabias, le respondió ‘no diga eso, vea que sí falta mucho día todavía’.

“Media hora después de haber dicho eso, a mi mamá le comenzaron los dolores y en serio, tanto así que a las 11:40 de la noche de ese 29 de febrero nací yo. Me esperaban para después, pero así es la vida, me tocó nacer un precioso 29 de febrero”, nos cuenta Raque.

Del 92 al día de hoy solo han pasado siete años bisiestos, por eso ella le dice a todo el mundo que este 2020 está cumpliendo apenas siete añitos, prefiere decir eso a que en realidad está celebrando los 28.

“Soy una niña y siempre seré joven, los bisiestos siempre somos jóvenes”, aseguró.

Semana de celebración

“Los años que no son bisiestos cumplo el 28 de febrero. Pero ese día no había nacido y el primero de marzo ya tenía un día… es algo divertido.

"Unos amigos me dicen feliz cumpleaños el 28 de febrero otro montón el 1 de marzo, de hecho mi papá (don Rafael Mejías Blanco) es uno que siempre me celebra el 1 de marzo, dice que ya ese día había nacido y que el 28 no.

De hecho, Raquel aprovecha esta particularidad para celebrar su cumple toda una semana.

“No me importa si es el 28 o el 1, la última semana de febrero y la primera de marzo es para celebrar y así lo hago”, reconoce la bisiesta.

Cuenta que nunca, nunca, le han celebrado un cumpleaños el propio 29 de febrero. En algunas ocasiones sí hubo queque y heladitos, pero no era año bisiesto, como cuando cumplió 5 años y en el 2017, al celebrar sus 26.

“Antes la situación económica no era muy buena en casa, por eso cuando se podía había quequito y cuando no yo entendía y no había problema. Mis papás me enseñaron a ser una persona agradecida y a valorar las cosas”.

Aventurera

Eso sí, a falta de fiesta, aventura.

Raque tomó la decisión hace muchos años de alegrar su cumple de una forma muy particular: conociendo Costa Rica. Febrero, tenga 29 días o no, es el mes para viajar, conocer, explorar y disfrutar a lo grande.

Es su fiesta personal, su alegría interna y su desquite anual cuando el calendario le roba 24 horas, pero ella se las ingenia para encontrarlas en el mar, la montaña, el bosque lluvioso o en las estrellas.

La cosa va a cambiar este 29 de febrero porque habrá fiestón. La familia, amigos, el novio, los suegros y todo el que quiera llegar a su casa en Palmares de Pérez Zeledón, van a tirar la casa por la ventana.

“Porque es año bisiesto y porque mi 29 de febrero cae sábado, igual al día de la semana cuando nací, hay que celebrar a lo grande, será mi primera fiesta y será a lo grande".

Muchos regalos

“Mi sueño desde pequeña es tener una fiesta bien grande y con muchos regalos, que todos los regalos estén envueltos para yo poder romper el papel con gran emoción, ese es mi sueño”, aseguró.

Le encanta ser “bisiesta” y en toda su vida no había conocido otra persona que hubiese nacido un 29 de febrero hasta que vino al mundo su primita Camila.

“Yo le digo a Camila que somos las más lindas de la familia y que no debe ponerlo en duda, ella se ríe. Me siento muy especial, mi autoestima la tengo alta”, explica.

A la hora de describirse, Raque dice que es servicial, buena amiga, trabajadora, alegre, positiva y con una autoestima bien alta, eso le sirve para aconsejar a sus amigas para que siempre se amen y se acepten como son.

Además, es detallista, independiente, luchadora, sencilla, humilde, amorosa, no le tiene miedo a los retos y cuando un temor la ataca, lo hace a un lado y enfrenta la situación.

Es bien llorona, perfeccionista, de carácter fuerte y una eterna agradecida por la forma en que la educaron sus papás.