Algunas mujeres transexuales tienen su lugar de trabajo en las equinas del barrio Amón, en San José, pero tristemente es allí donde más sufren de violencia física y verbal.
Uno de esos lugares, a donde ellas acuden en las noches para ofrecer sus servicios sexuales, es a las afueras de la Alianza Francesa.
Por eso esa organización ideó un proyecto para que la gente conozca las horribles formas de agresión que sufren las trans en sus esquinas, este consiste en pintar en sus paredes un mural que visibilice esa violencia.
Además, dieron el ejemplo y contrataron a la artista nacional Natalia Porras, una chica trans, para hacer el mural.
LEA MÁS: Personas no binarias hacen campaña de visibilización
Natalia, activista de los derechos de esta población, dijo estar feliz por ser tomada en cuenta para esa labor.
“Es un logro personal por mi capacidad, por encima de cualquier prejuicio social. Es un proyecto que empezó por la violencia en las calles contra las chicas trans, pero que se quiere reflejar con cifras y estadísticas educativas, sociales y de empleo”, aseguró Naty.
Conversamos con Diana Bastos, coordinadora de Cultura y Comunicación de la Alianza Francesa, quien dijo que hay más planes para trabajar con esas mujeres.
- ¿En qué consiste el proyecto?
El mural nació como una idea de la dirección de la Alianza Francesa, en respuesta a la violencia que se da en las esquinas del edificio (sobre todo la noreste y noroeste), que son espacios que las mujeres trans utilizan para trabajar. Quisimos hacer alguna actividad para visibilizar la realidad de ellas.
Natalia nos propuso la idea de un mural que recorra la vida de una mujer trans desde su niñez; el momento que decide ser mujer, que es cuando se cierran las puertas a nivel educativo y laboral. Finalmente, que es una de las cifras más dolorosas, la expectativa de vida, que es de 35 años.
-¿Qué significan los dibujos?
Son dibujos entrelazados en una temática. Natalia hace un paralelismo con la fauna vulnerable que se refleja en diferentes animales, transformados en mujeres.
Son una mariposa y su metamorfosis, que tiene un significado de transformación en una línea de tiempo. Un pavo real grande, que necesita ser así y no de otra forma. Una mariquita, que es esta idea de maricón, que se utiliza de forma peyorativa. Y un tigre que tiene una similitud con que los animales tienen una corta vida por culpa de los seres humanos.
- ¿Ya han tenido iniciativas de este tipo?
La Alianza está cerrada desde hace seis meses, no tenemos interacción con personas. Es un proyecto reciente. En otras ocasiones se ha trabajado con la población trans y se ha notado que la gente del barrio reacciona a la violencia que viven las mujeres allí.
Compartimos ese espacio con ellas y en la mañana se recogen cáscaras de huevo, pintura que les tiran. Les han tirado al cuerpo el contenido de los extinguidores de fuego y eso ha matado nuestros jardines. Es decir, encontramos lo que pasó en la noche, botellas quebradas, piedras y hemos tenido problemas con balines en las paredes.
LEA MÁS: Reportaje web de La Teja hace bulla en Italia
- Contratar a una chica trans también es actuar con el ejemplo...
- Lo que sucedió fue que justamente, por las mismas actividades que veníamos haciendo, las mujeres trans nos decían: ‘No queremos que no nos agredan, queremos salir de allí’. Ellas quieren tener fuentes de empleo y salir de la esquina. Respondiendo a eso le dimos el trabajo a Natalia, porque qué mejor manera de representar la realidad que contratándola a ella, que dio la idea. Más que visibilizar la violencia, el objetivo es que ellas pueden ser contratadas en áreas como arte, diseño o cualquier actividad que hagan.
- La Alianza podría enfrentar críticas, insultos, madrazos y quién sabe qué más de gente transfóbica, que, lamentablemente, abunda en Costa Rica...
Probablemente sí habrá reacciones negativas, pero no lo dejaremos acá, el proyecto es grande, el mural es el principio. También haremos charlas y hacemos una especie de protocolo con oficiales de seguridad y con el Ministerio de Justicia. Vamos a proporcionarles el material y, si hay alguna violencia contra ellas, y probablemente la haya, al menos podemos vigilar con cámaras en este punto, para que se sientan un poco más seguras. Lo importante es darles a las personas la visión de que una trans es más que una trabajadora sexual.