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Nadie sabe qué se hizo placa original de la tumba de Carmen Lyra

Hubo una restauración en el 2016 sin la autorización de Centro de Patrimonio Cultural

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La tumba de María Isabel Carvajal, mejor conocida por todos los ticos como Carmen Lyra, en el cementerio General de San José, fue restaurada sin el permiso respectivo de las autoridades del Centro de Patrimonio Cultural , el cual está como agua pa’ chocolate porque ni siquiera aparece la placa original de mármol.

Nos dimos una vuelta por esa sección especial del General que esta protegida por Patrimonio Cultural y pudimos comprobar que aquella pequeña placa orignal de mármol ya no está, en su lugar, ubicaron una grande, también de mármol, en la cual se informa sobre el benemeritazgo de la escritora.

“María Isabel Carvajal Mora. Carmen Lyra. 15 enero 1888 – 14 mayo 1949. Benemérita de la Patria 2016”, es lo que se puede leer en la nueva placa, que es de 20 centímetros de ancho por 40 de largo, en fondo blanco con letras negras en relieve.

Nosotros en el 2016, a raíz de la declaratoria de Benemérita de la Patria, nos pusimos en contacto con un familiar de Carmen Lyra, un sobrino que se llama Gabriel Quesada Avendaño. En aquella oportunidad nos comentó con mucha alegría el proyecto, que todavía tiene, de crear un museo dedicado a la escritora.

En La Teja de 15 de mayo del 2016, publicamos una foto donde explicábamos que la tumba estaba siendo restaurada y ya la placa original no estaba.

“En mayo de 2016 funcionarios de la Unidad de Patrimonio Histórico-Arquitectónico inspeccionaron la bóveda de la autora costarricense Carmen Lyra, así como también otras, y se observó la sustitución de la placa por otra de características diferentes, así como una modificación en la pintura.

“Se desconoce el paradero de la placa de mármol anterior. Los trabajos fueron realizados sin la autorización del Centro de Patrimonio Cultural por un panteonero del cementerio, particular a quien los propietarios encargan estas obras”, nos explicó el pasado 17 de mayo el Centro de Patrimonio.

Sin embargo, aclaramos que no fue ningún panteonero del General quien hizo la remodelación de la tumba de Carmen Lyra, fue don Carlos Benavides quien es el dueño de la marmolería Mi Ofrenda, negocito que está justo al frente del General, sobre avenida 10.

“Lo que yo le puedo decir es que ese trabajo lo realicé a encargo de un familiar de doña Carmen Lyra, hasta donde yo siempre he entendido, todo se hizo a derecho y se sacaron todos los permisos que se necesitaban, tanto así que yo trabajé tranquilamente”, nos explicó don Carlos, quien pintó, removió la placa anterior y puso la nueva. “No sé qué se hizo la placa original”, nos dijo.

La semana pasada conversamos con don Gabriel, el sobrino de la mamá de Tío Conejo, para saber por qué se realizaron los trabajos de remodelación sin permiso de Patrimonio Cultural, pero él aseguró que todo se hizo en regla.

“Cuando se realizaron esos trabajos en el 2016 se le pidió permiso a la Junta de Protección Social, no se hizo nada a escondidas. Yo fui el que pagó la remodelación y la contrató, no tenía que pedirle permiso a Patrimonio, por eso no sé qué vela tiene en el entierro esa gente”, nos aseguró muy molesto don Gabriel, quien tampoco sabe qué se hizo la placa original.

Patrimonio Cultural está muy chiva porque en el Cementerio General, a criterio de ellos, falta mucha vigilancia y eso es lo que ha permitido que se den este tipo de remodelaciones a tumbas que necesitan total supervisión de ellos.

Cristina Salas, arquitecta del Centro de Patrimonio Cultural, nos contó sobre la inspección técnica que llevaron a cabo en el Cementerio General.

“No se observó problemas estructurales visibles, descuadres, desprendimientos notorios de repello o grietas importantes en ninguna de las bóvedas intervenidas .

“Sin embargo, siendo que las bóvedas de este cementerio constituyen testigos históricos que muestran en muchos casos intencionalidades arquitectónicas definidas, cualquier intervención que se realice sobre ellas debería respetar su particularidad patrimonial”, anotó Salas.

“Así las cosas, se recomienda mayor vigilancia por parte de la administración del cementerio en cuanto a la remoción de placas de mármol y estatuaria, lo cual idealmente debería estar prohibido, salvo en casos excepcionales y con el aval del Centro de Patrimonio; mejor control sobre los contratistas externos que realizan intervenciones en el camposanto pues, como se observa, las obras efectuadas por el señor Benavides presentan deficiencias en la conservación del tejido histórico-arquitectónico de las bóvedas; y especial cuidado en el trámite de permisos, considerando los plazos de validez y requisitos correspondientes”, acotó Salas.

Trae tanta cola que se haya perdido la placa original de la tumba de Carmen Lyra por una remodelación que no fue de la mano con Patrimonio Cultural que a partir del 2016, hubo un cambio sustancial en los requisitos.

“A partir de esta situación se incluyó en los permisos la prohibición de sustituir placas de mármol y estatuaria en las bóvedas de este camposanto”, explica Patrominio porque el General tiene una sección totalmente protegida por ellos.

Proceso de solicitud de permiso para realizar obras en el Cementerio General de San José 
El interesado solicita una certificación de que es propietario de una bóveda o mausoleo ante la Administración del CGSJ.
El propietario llena un formulario de solicitud de permiso especial para obras en CGSJ, al cual debe anexar la certificación de la Administración del Cementerio, una copia de su cédula, una copia de la cédula del responsable del trabajo, especificaciones de la intervención, y fotografías de la bóveda a intervenir y sus cuatro costados para ver impacto en el entorno inmediato.
El propietario entrega toda la documentación en el Centro de Patrimonio Cultural.
Un arquitecto de la Unidad de Patrimonio Histórico-Arquitectónico analiza la solicitud y recomienda autorizar o negar el permiso.
La resolución se pasa a la Dirección del Centro de Patrimonio, para autorización y firma.
Se comunica al propietario la decisión en un plazo máximo de diez días hábiles después de recibida la solicitud. El permiso tiene una vigencia de 3 meses. La Administración del CGSJ debe solicitar una copia de la resolución de este permiso antes de permitir iniciar cualquier trabajo.
  • 1-El interesado solicita una certificación de que es propietario de una bóveda o mausoleo ante la Administración del CGSJ.
  • 2- El propietario llena un formulario de solicitud de permiso especial para obras en CGSJ, al cual debe anexar la certificación de la Administración del Cementerio, una copia de su cédula, una copia de la cédula del responsable del trabajo, especificaciones de la intervención, y fotografías de la bóveda a intervenir y sus cuatro costados para ver impacto en el entorno inmediato.
  • 3-El propietario entrega toda la documentación en el Centro de Patrimonio Cultural.
  • 4-Un arquitecto de la Unidad de Patrimonio Histórico-Arquitectónico analiza la solicitud y recomienda autorizar o negar el permiso.
  • 5-La resolución se pasa a la Dirección del Centro de Patrimonio, para autorización y firma.
  • 6-Se comunica al propietario la decisión en un plazo máximo de diez días hábiles después de recibida la solicitud. El permiso tiene una vigencia de 3 meses. La Administración del CGSJ debe solicitar una copia de la resolución de este permiso antes de permitir iniciar cualquier trabajo.

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