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Nicaragüenses en Costa Rica: "Fui a una marcha y en cinco minutos teníamos a tres asesinados"

Dos valientes invitan a ticos a marcha que llegará hasta la embajada del vecino país en barrio la California

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Sergio Jarquín y Epipsia Dubón son dos nicaragüenses tan valientes que no les importa arriesgar su vida con tal de que las muertes en su país se detengan.

Según ellos, a la mañana de este lunes llevaban contados 139 fallecidos debido a la represión del régimen de Daniel Ortega quien no quiere dejar el poder.

Cansados de ver tanta sangre derramada, y aunque saben el peligro que corren sus vidas, se vinieron a nuestro país a gritar lo que realmente ocurre allá porque algunos medios mienten.

Parte de la entrevista que le concedieron a La Teja.

¿Cuándo se vinieron al país?

(Ambos): Anoche (noche del domingo).

¿Les costó venirse?

Sergio: A mi sí porque vivo en Chinandega, un poblado que queda a dos horas de la capital, pero yo duré cinco llegando porque vos podés salir del país por aire, pero el asunto es cómo llegás al aeropuerto.

¿Por qué decidieron venir acá?

Epipsia: Porque el régimen ha asesinado a 140 personas, jóvenes, adolescentes, porque hemos perdido sobre todo el respeto a los derechos humanos, venimos a pedir el cese de la violencia. De alguna manera se había creído en el mundo que Nicaragua había consolidado una democracia de baja intensidad o imperfecta, pero eso no es así, tenemos 11 años de estar denunciando que Ortega se instaló en el poder por medio de fraudes y necesitamos que América Latina lo sepa.

Sergio: Estamos acá porque es importante que el pueblo costarricense conozca a viva voz que tenemos casi 139 muertos confirmados que aumentan cada día más, porque la represión es brutal, yo he sido participe de todas las movilizaciones, he visto caer a metros a gente por el régimen, hay más de mil heridos, cuatrocientos y pico de personas detenidas que fueron confirmadas por la comisión, pero la lista de presos, de muertos, de desaparecidos aumento, hay casos de personas inválidas, sin ojos, quebrados, porque ellos (paramilitares) usan armamento de guerra.

¿Han estado en manifestaciones?

Sergio: Sí, en la última marcha del miércoles, hace 8 días en Chinandega, iniciamos una marcha con la juventud, pero hablamos de jóvenes y adolescentes porque ahí no hay universitarios porque no hay universidades. Intentamos trancar una de las arterias más importantes que es por donde sale el petróleo y no nos permitieron que pusiéramos un tranque (barreras construidas con sacos de arena y piedra) y fuimos repelidos por los paramilitares y en cinco minutos teníamos a tres asesinados por bala, fue un caos.

Epipsia: Los hospitales públicos no pueden atender a heridos porque los detienen, por eso es un riesgo llevar a los heridos ahí. El problema es que los doctores se están quedando, por ejemplo, sin hilo para coser, por lo que tienen que reutilizar esos hilos en las víctimas.

Sergio: Cuando detectan que hay clínicas privadas ayudando a protestantes disparan hacia la clínica o la toman, secuestran las clínicas.

¿Han visto la muerte pasarles de cerca?

Sergio: Sin duda uno siente que va a ser una víctima, la ciudad entra en caos y el problema es que hay grupos militares en todo lado que te pueden matar en cualquier momento.

¿Y no les da miedo regresar y que los maten?

Epipsia: No es la primera vez que estamos en este nivel de exposición, pero creo que uno no puede ser tibio, hay que denunciar todo lo que está pasando porque hay mucha gente que ha ofrendado su vida, la gente nos quiere y esperan que hagamos algo, yo no temo por mi vida, el que tiene que temer por su vida es Ortega porque a mí la gente me quiere, a él no.

Sergio: Estamos claros de los riesgos que corren nuestras vidas, pero hemos decidido avanzar, nosotros salimos a protestar solo con una bandera y una gorra y sabemos el riesgo que eso implica porque no sabés si vas a regresar en un ataúd a tu casa.

¿Qué es lo que proponen ustedes?

Epipsia: Nosotros queremos que Ortega se vaya y para eso estamos dispuestos a hacer lo que tengamos que hacer.

Sergio: Sí, porque hay muchas víctimas, incluidos menores de edad. Hay un niño de 14 años, otro de 12 y un bebé de 18 meses que murió porque en una de esas barricadas una bala entró a la casa y le fracturó la traquea, ellos disparan las balas a cualquier dirección y sin cesar.

¿Hay lugares donde actualmente se trabaja o el país está paralizado por completo?

Sergio: Sí (está completamente paralizado), una ciudad como Masaya tiene ocho días donde no funcionan los bancos, los supermercados, la gente está viviendo con las reservas que tenían y algunas cosas que se han logrado introducir, pero es difícil porque para llegar ahí se han puesto 25 tranques que ha puesto la misma población para que la policía no entre a matar.

¿Se puede dormir con una situación de esas encima?

Sergio: No, tenemos dos meses de no dormir, uno se dormía a las dos de la mañana cuando el sueño lo vence, pero en eso te despertabas porque había un ataque a estudiantes. Yo le puedo decir que a hoy Nicaragua no duerme.

¿Cómo se va a resolver esto si ni la misma Policía los respalda?

Epipsia: Esperamos que tanto los militares y policías recapaciten y que digan ya no vamos a matar a la ciudadanía, hemos visto a una madre que agarró a un policía de la oreja y le dijo que ella no lo había parido para ser un asesino y se lo llevó. Ortega y Murillo (la esposa o primera dama) son unos asesinos, se van a tener que ir pero queremos que esto no signifique más sangre, pero como dice un campesino, para atrás ni el peinado.

Marcelo Poltronieri

Editor web, acomodador del periódico impreso y uno de los encargados de los posteos en las redes sociales de La Teja. Ha trabajado en Grupo Nación desde el 2012 en distintos productos y secciones. Es bachiller en Periodismo y licenciado en Producción Audiovisual en la Universidad Federada San Judas Tadeo.

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