Nacional

Nuestra ciudad de San José nació en una ermita “humilde e indecente”

La nueva novela La Boca del Monte cuenta cómo surgió la que actualmente es la capital

EscucharEscuchar

San José, la ciudad que actualmente es nuestra capital, nació gracias a una humilde ermita que se construyó hace 282 años.

La iglesia de la que hablamos nació en el año 1737 en La Boca del Monte, del Valle de Aserrí, donde hoy está la tienda Scaglietti, detrás del Banco Central.

Este y otros hechos históricos relacionados con la fundación de la principal ciudad del país se mencionan en el libro La Boca del Monte, una obra del escritor y periodista Gustavo Fernández y cuya presentación se llevó a cabo el 28 de agosto anterior.

La obra cuenta, por ejemplo, que el nombre de la ermita fue sugerido por la familia Torres, en honor al patriarca San José.

Su construcción nació por orden de las autoridades coloniales de la época, en un intento por poblar el lugar, ya que las personas se negaban a hacerlo porque por ahí no había ningún río.

Realidad en medio de la ficción

Fernández escribió una novela de ficción, sin embargo, en ella se incluyen algunos datos reales con el fin de recrear el ambiente de la San José de aquel entonces.

La construcción de la ermita comenzó en 1736, ordenada por el cabildo metropolitano de León, Nicaragua y se inauguró el 21 de mayo de 1737. Hay que recordar que Costa Rica era una provincia de la Capitanía General de Guatemala.

“En ese tiempo, lo que hoy conocemos como San José era un lugar poco poblado. La gente no quería vivir ahí, primero porque era un lugar sin importancia para los pobladores y la gente se preguntaba cómo sobreviviría en un lugar donde no había agua”, expresó Fernández.

Las autoridades construyeron la ermita con la intención de que jalara a más gente a vivir a otros lugares más allá de Cartago, que era la ciudad principal y que así estuvieran “bajo el cobijo de la ermita”.

La historiadora Valeria Ramírez agregó que según la descripción del obispo Morel de Santa Cruz, esa ermita debió ser un humilde rancho, ya que él la describe con las siguientes palabras: “es la más estrecha, humilde e indecente de cuantas vi en aquella provincia”.

Según Morel, quien estuvo de visita en la ciudad en 1751, San José quedaba "cuatro leguas al norte de Aserrí, en un llano muy ameno, está la población del diminutivo de la Villita, porque ahora se está formando (la ciudad). Compónese de 11 casas de teja y 15 de paja, sin formar plaza ni calle”.

De acuerdo con investigaciones hechas por Ramírez, en 1755 el sacerdote José de Chaves expresó que la ermita estaba desierta y llena de desacatos, ya que los animales ingresaban al lugar y escarbaban las sepulturas (cementerio local).

"El sacerdote manifestó de forma literal lo siguiente: ‘ya hemos de imaginarnos la cólera y rabia que sentiría el patriarca San José viendo entrar a los terneros a comerse los manteles y los cerdos abriendo sepulturas, pero más la ira del santo pensando en la desidia y poco entusiasmo religioso de los moradores del valle, que a tales irreverencias y desacatos dejaban expuesto su templo parroquial’”.

Pasaron algunos años y los pobladores de aquella villa construyeron una nueva iglesia de adobe, que concluyeron en 1776, donde actualmente está la Catedral Metropolitana.

Al día de hoy no se conoce con exactitud la fecha en que la primera ermita dejó de utilizarse. Sin embargo, sí se tiene certeza de que allí, en 1888 empezó a funcionar la tienda y sastrería Scaglietti.

Un tributo

El 18 de octubre del 2013, la municipalidad de San José inauguró un monumento alusivo a la fundación de la ciudad, que se ubica frente a la tienda Scaglietti.

Este fue elaborado por la artista Sabrina Vargas y es un mosaico de 40 centímetros de ancho por 50 centímetros de largo, hecho de vidrio y que es una réplica de un cuadro de la fundación de San José.

“El grupo de hoteleros de San José me contrató para hacer el mosaico. Lo trabajé durante dos meses y hace tres años le puse un vidrio encima, pero lamentablemente lo quebraron, más bien es un milagro que el mosaico siga intacto”, expresó Sabrina.

Vargas está fuera del país, pero tiene planeado venir en enero para imprimir en cerámica el mensaje que tenía cuando se inauguró, ya que se borró.

Por otro lado, Marco Corrales, gerente de Provisión y Servicios de la Municipalidad de San José comentó que por mucho tiempo, en una de las paredes externas de la tienda, hubo una placa alusiva a la fundación de la ciudad.

“Este monumento está registrado como una de las obras a las que hay darle mantenimiento cuando lo amerite. En el 2016 se le hizo una limpieza para eliminarle los grafitis y constantemente estamos rastreando cuáles obras requieren algún mantenimiento”, expresó.

Yenci Aguilar Arroyo

Yenci Aguilar Arroyo

Redactora de la sección de Nacionales. Trabajó en las secciones de Deportes, Tiempo Libre y tiene experiencia en comunicación institucional. Cuenta con 18 años de experiencia, desarrollada principalmente en el periodismo escrito. Fue designada Periodista del Año del 2023. Trabajó en el Periódico Al Día.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.