¡Humo blanco! ¡Habemus Papam! Y con la histórica decisión de los 133 cardenales del mundo sobre el nuevo sucesor de Pedro en la Tierra, se vienen un protocolo que muchos ya vivimos con la pasada elección del papa Francisco, quien falleció el pasado 21 de abril.
Dos preguntas, después de la votación que sí permitió la elección del nuevo papa, son primero a que vistan de blanco papal del nuevo obispo de Roma por primera vez: ¿Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem? ¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice? ¿ Quo nomine vis vocari? (¿Cómo queréis que os llamen?).
Si se acepta la elección, la multitud de fieles escuchará al protodiácono pronunciar estas palabras en latín que resonarán en todo el mundo: "Nuntio vobis gaudium magnum: habemus papam! Eminentissimum et reverendissimum dominum..., qui sibi imposuit nomen." .
“Les traigo una gran alegría: ¡tenemos al papa! El eminentísimo y reverendísimo señor... que se ha dado a sí mismo el nombre...” Estas palabras suelen pronunciarse desde la logia central de la Basílica de San Pedro.
“El nombre del nuevo papa queda como la primera palabra grabada en la mente no sólo de los cristianos”, explica el Vaticano.