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OPINIÓN: A punto de recibir un nuevo año salimos con las habladas de siempre

Pasar del 31 de diciembre al 1o. de enero es tan solo un cambio de fecha, un cambio de almanaque...

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Juegos de pólvora abundarán la noche de este martes, pero la procesión de cada uno de nosotros va por dentro.

–Si el año que está por concluir dejó recuerdos de dolor, ¡que este Año Nuevo se impregnen los mejores instantes de tu vida por cada sueño alcanzado! ¡Feliz Año!

Esta frase se recomienda para aquellas personas que no tenido un año difícil.

–Bienvenido el año nuevo lleno de alegría y esperanza.

Esta frase es para dar ánimos. Y podemos seguir buscando frases para decir a la medianoche de este martes 31 de diciembre. Pero hablar, repetir frases como loras es muy fácil, el reto está en actuar, pasar a la acción.

Qué este año nuevo sí voy a estudiar, sí voy a perder peso, sí voy a entrenar más, sí valoraré más a mi familia, mi trabajo, sí, sí, sí…

Al final estamos ante un simple cambio de fecha, de almanaque, de brincar del 2019 al 2020, como ya pasamos del 2018 al 2019, o del 2010 al 2011, y posiblemente estemos reciclando los mismos propósitos de todos esos años idos.

Y es que nuestros cambios no son tan sencillos como cambiar de año o como cambiarse la ropa, debe ser un proceso interno posiblemente motivado, en muchos casos, por algún hecho traumático. Estuvimos a punto de perder a un ser querido, y ahora sí valoramos que sigue con nosotros, y por lo tanto tenemos una fuerte motivación para abrazarlo, cuidarlo, hablarle.

Perdimos el curso lectivo y ahora sí, en el nuevo año, cada minuto de clases lo aprovecharemos al máximo. Si verdaderamente no estamos convencidos de hacer esos ajustes internos, ese montón de frases elaboradas que usaremos serán solo habladas.

Han pasado 364 días desde el inicio de este 2019, todavía aquí seguimos respirando sanos y salvos. Hemos pasado por diferentes batallas, hemos caído, nos hemos levantado, reflexionemos sobre todo lo que nos rodea, la gente que sí ha estado a nuestro lado, en las buenas, en las malas y al menos démosle las gracias.

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