La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) sacó caja este martes enviando un comunicado en el que informaba que había decomisado 230 cilindros malos, esos que son bombas de tiempo.
El “impresionante” golpe lo dio junto con la policía municipal y el ministerio de Salud en Desampa, la rifa se la sacó CIMAGAS, un distribuidor que podríamos calificar de mediano.
Sin embargo, los cilindros destartalados, la inadecuada manipulación de los mismos, no son culpa ni responsabilidad de los distribuidores, ya sean medianos o pequeños.
La bronca viene desde arriba. Por ejemplo, en cuanto a la cantidad de gas que tienen los cilindros no es ningún secreto que estos salen de las plantas sin estar hasta el tope del producto.Y la Aresep lo sabe.
En constantes estudios la institución ha detectado el faltante de gas, hasta el equivalente a $2 millones anuales en los cilindros de 25 libras el de uso más generalizado en los hogares. En ellos el déficit promedio es de 1,45 kilogramos por cada tarro.
Dicho de otra forma, cada cilindro de gas que se compra en cualquier parte del país dura cinco días y medio menos de lo que debería. Y eso Aresep lo sabe.
Así lo publicó en el informe del Programa de Calidad del Gas del año 2019, y hasta la fecha eso no ha cambiado.
En cuanto a las condiciones de los cilindros, el cambio es responsabilidad única y exclusivamente de las grandes gaseras, pero el ritmo va a paso de tortuga, como si no fuera con ellas, a pesar de que en nuestro país más de la mitad (53%) de los hogares cocinan con gas, por lo que estas familias viven en riesgo permanente. Y esto Aresep lo sabe.