La economía de Nicaragua se ha visto devastada por casi cinco meses de disturbios. Los economistas estiman que se han perdido 200.000 empleos, incluyendo hasta 70.000 en el sector turístico, que en los dos últimos años se convirtió en la principal fuente de divisas del país.
Los ingresos de hoteles y restaurantes se desplomaron, 320 personas, la mayoría jóvenes, han muerto y la cifra de heridos es superior a los dos mil, denuncian grupos de derechos humanos.
¿Qué pide el pueblo nicaragüense? Paz, democracia, elecciones libres y limpias que terminen con la dictadura de once años en el poder de Daniel Ortega.
En Venezuela se vive una de las crisis humanitarias más horrorosas, hasta fila hacen para comprar carne podrida. Unos 2,3 millones de venezolanos han huido del país desde que entró en crisis en el 2014, según la ONU, en medio de una severa falta de alimentos y medicinas.
¿Qué piden los venezolanos? También sueñan con paz, democracia, elecciones libres, y matar el hambre. Desde marzo del 2013, Nicolás Maduro asumió el poder y ya resultó “reelecto” para el período 2019-2025.
¿Y en Costa Rica? La huelga en nuestro país no es por democracia, por elecciones libres y limpias, tampoco por alimentos, por salud, sino para que los sindicalistas sigan disfrutando de beneficios desproporcionados.
Volvamos los ojos a Argentina, esa es una crisis que sí nos sirve de espejo sobre lo que ocurre con el despilfarro.