OPINIÓN: El alcalde que violó las restricciones sanitarias ya se dio cuenta de la seriedad del COVID-19

Es lamentable la suspensión del Festival de la Luz en su simbólica edición número 25.

Esta es una de las pocas actividades de fin de año en las que el pueblo se tira a la calle abrigado por el espíritu navideño, sin embargo, la decisión del alcalde Johnny Araya es la atinada porque el impacto del COVID-19 en las finanzas de la municipalidad josefina hace que los ₡150 millones que cuesta la actividad se tengan que usar en cosas más urgentes por la pandemia.

Ojalá que la drástica medida sirva para que la gente entienda el mensaje, el coronavirus no es jugando.

Pareciera que hasta ahora que el alcalde Johnny Araya vio que los números no le daban, se dio cuenta de la seriedad de la pandemia, porque si lo hubiera tenido claro, el 20 de mayo no habría ido a bombetear, con otros 40 alcaldes, a las afueras del la Asamblea Legislativa donde se irrespetaron todas las medidas sanitarias.

Yhoy nos sale con esta hablada al justificar la suspensión: “Le damos prioridad a la salud de nuestra población”.

Para ver la luz debemos quedarnos en casa, y si hay que salir hacerlo respetando la burbuja social nuestra y la del prójimo, ¿verdad don Johnny?.