Chiripa , casualidad, incluso se dijo que la misma posibilidad de que a uno le caiga un rayo es la que hay de que en dos sorteos consecutivos de la Junta salieran los mismos números, en el mismo orden, primero, segundo y tercer premio, como sucedió en la lotería del domingo y en los chances del martes.
El domingo 5 de enero el premio mayor fue el número 76, el segundo 90 y el tercero el 69. Dos días después, en los chances del martes 7, salieron esos mismos números, en el mismo orden solo que con diferente serie, algo que no había vivido la Junta desde su fundación en 1845, o sea, hace 175 años.
Osvaldo Soto, quien tiene nueve años de manejar los números de los sorteos en la Junta, aseguró que eso ocurre en un caso entre un millón.
Sin embargo, hoy tenemos otro panorama gracias a don Eduardo Piza, catedrático de la Escuela de Matemáticas de la Universidad de Costa Rica y con 40 años de ser profesor.
Él es miembro del Centro de Investigación de Matemática Pura y Aplicada y especialista en teoría de la probabilidad, o sea, es una computadora humana, y dice que lo ocurrido en ambos sorteos nunca debió suceder.
Piza asegura que para justificar la probabilidad de que en ambos sorteos se repitieran los mismos números fuera de una en un millón, la Junta debería estar cerca del millón de sorteos y solamente lleva 11 mil en sus 175 años de existencia.
El experto en números insiste en que urge conformar una comisión de notables, integrada por un matemático, un estadístico y un físico para que analicen todo el proceso de los sorteos: bolitas, tómbolas, en resumen, hasta el mínimo detalle.
Doña Esmeralda Britton, presidenta de la Junta, fue amplia en hablar de transparencia, insistió en que los sorteos son abiertos al público y que el proceso lo garantizan jueces de la República. No ponemos en duda sus palabras, pero tampoco son despreciables las recomendaciones del catedrático de la UCR en una actividad en la que debe predominar el azar, en la que se sortea tanto dinero, y tiene los ojos de los ticos encima.