Nacional

OPINIÓN: La doble y lamentable apuesta política del candidato presi-dipu

La fundamental labor legislativa es vista como un premio de consolación

EscucharEscuchar
Con las aspiraciones de gobernar intactas y la esperanza de mejor suerte en las siguientes elecciones, la tentación de hacer política electoral desde la Asamblea se torna irresistible. (Minor Solís/Asamblea Legislativa)

Nuestros políticos, salvo contadísimas excepciones, no son precisamente los más brillantes, pero eso no quiere decir que no se pasen de vivillos, por no utilizar otro calificativo.

La mayor parte de los candidatos inscritos para las elecciones presidenciales de febrero van con doble apuesta, se lanzaron para presidente o diputado.

Como aspirantes presidenciales no confían en sus posibilidades reales de encabezar el gobierno, entonces vuelven los ojos a la Asamblea Legislativa como premio de consolación. Son simples oportunistas y por supuesto ensombrecen la importante misión legislativa.

La doble postulación solo sirve de vehículo para llegar al Congreso y mantener vigencia durante cuatro años, que la gente no se olvide de ellos. Y ahí es donde la chancha tuerce el rabo, porque con las aspiraciones de gobernar intactas y la esperanza de mejor suerte en las siguientes elecciones, la tentación de hacer política electoral desde la Asamblea se torna irresistible, y lejos de pensar en lo mejor para el país todo, o casi todo, lo hacen pensando en sus intereses de ganar electores.

Y es que pasadas las elecciones, los partidos políticos costarricenses solo tienen vida allí y, tal vez en las municipalidades. Muy pocos tienen un poquito más de vigencia.

Esa doble postulación eleva los peligros de la fragmentación política y sus efectos sobre la gobernabilidad se hacen patentes.

La doble postulación solo contribuye a entorpecer el debate legislativo, fundiéndolo con intereses electorales y hasta personales, y al final los grandes perdedores somos todos por los intereses de unos cuantos.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.