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OPINIÓN: Otra vez los paños tibios en el cobro electrónico de los pasajes de bus

El uso de tarjeta de crédito o débito para pagar no es la solución para evitar que al usuario le sigan dando por la jupa

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Cómo cuesta que hagamos las cosas bien, todo es un puro palangeneo, paños tibios y buscando quedar bien con Dios y con el diablo. Ejemplo de lo anterior es el bendito cobro electrónico en los buses, que busca tarifas justas y acordes al pasaje real movilizado por los empresarios.

Pasadas dos décadas, al fin las autoridades anuncian el pago electrónico en el transporte público. Desafortunadamente, no es el que necesitamos. Los usuarios podrán pagar con tarjetas de débito y crédito o mediante celulares inteligentes con monedero electrónico, pero también con efectivo.

Mientras el efectivo sea aceptado no habrá modo de medir el número de pasajeros con la precisión necesaria para garantizar la justa fijación de tarifas.

Cientos de miles de personas, muchos de escasos recursos, todos los días viajan en bus. Ofrecerles una tarifa justa, no manipulada es una obligación por su impacto social y económico.

La fijación de tarifas está a cargo de la Aresep, pero depende de una larga serie de datos. Entre ellos, la cifra REAL de pasajeros por ruta.

Hace poco más de cuatro años, la Aresep contrató un estudio el cual identificó grandes diferencias entre el número de pasajeros reportados por los autobuseros y la cantidad de pasajeros detectada por los investigadores.

Si los hallazgos del estudio hubieran servido para fijar tarifas, los usuarios pagarían mucho menos. El cobro debería ser, por ejemplo, mediante el uso de las tarjetas Kölbi que se comercializan en todas las pulperías, sin embargo, el cobro electrónico siembre ha enfrentado una feroz resistencia de los autobuseros... las razones son obvias.

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