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Papás y mamás se encadenan en el edificio del PANI como protesta por no poder ver sus hijos

Más de nueve padres de familia llevan dos semanas protestando en el edifico del PANI en barrio Luján

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Más de nueve padres (tanto papás como mamás) y dos abuelitos se han encadenado, en las últimas dos semanas, a los portones del edificio del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) en barrio Luján, en San José.

Eso lo han hecho porque ellos consideran que, en los últimos cuatro años, la institución tuvo una “pésima” administración y por eso no han podido ver a sus hijos.

Migdalia Castro Díaz, vecina de Siquirres de Limón, es una de las mamás que protestó y nos cuenta su historia. “Mi caso empezó en el 2019, cuando presenté una denuncia por violencia doméstica. Pero hubo una manipulación de mi hija, de parte de mi expareja, y entonces ella pidió vivir con el padre.

Más de nueve papás y dos abuelitos se han encadenado, en las últimas dos semanas, a los portones del edificio del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) en barrio Luján, porque no pueden ver a sus hijos y nietos

“Se acordó que iban a darse visitas de las dos hijas que tenemos en común: yo pudiendo ver a la que se fue con él y él viendo a la que se quedó conmigo. Pero me pusieron muchas trabas y pasé un año sin poder ver a mi hija. El PANI, cuando se llevó a mi hija, no me ayudó en nada. Me dijeron que tenía que pagar un abogado y que debía iniciar un proceso de guardacrianza”, narró.

Después de eso, doña Migdalia dice que vivió y vive un infierno, porque no hubo ningún apoyo del PANI, ni siquiera para que un sicólogo valorara la situación de la supuesta manipulación del papá.

Incluso, según dice esta mamá, la sede de esa institución en El Cocal de Puntarenas (que es donde está la hija con el papá), confirmó que hay manipulación de parte del padre.

“En cuatro años he visto a mi hija dos veces, nada más. Eso me ha afectado mucho. Tuve ayuda sicológica, fue el INAMU (Instituto Nacional de la Mujer) que me ayudó, porque a parte de todo tengo el trauma de violencia doméstica, incluso tuve pensamientos suicidas.

“Mi hija, cuando no está cerca el papá y recibe mi amor y mi cariño, dice que se quiere quedar a vivir con nosotros, el problema es que nadie me ayuda”, asegura la dolida madre.

Otro que nos relató su caso fue don José Hernández, de Cariari, quien explica que su compañera sentimental tuvo una hija hace cinco años, pero el PANI se la quitó, según ellos sin motivos, y ahora quieren darla en adopción a una familia.

Más de nueve papás y dos abuelitos se han encadenado, en las últimas dos semanas, a los portones del edificio del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) en barrio Luján, porque no pueden ver a sus hijos y nietos

“Me presenté al PANI asegurando ser el papá de la niña (quiere reconocerla por ser la pareja de la mamá), he peleado por ella y desde hace cinco años he pedido un acercamiento con la niña, entonces el PANI me dijo que tenía que ponerle los apellidos, pues bien, lo hice, pero igual siguen con el invento de darla en adopción a otra familia.

“El PANI no ha respetado mis derechos ni los de mi compañera, ella padece de ataques epilépticos y tiene un pequeño retardo mental, pero igual ella opina que quiere que le entreguen su hija, al igual que yo, pero el PANI más bien lo que hace es burlarse de uno”, asegura don José.

Don Wesley Salas, otro padre que se considera afectado, le tiró duro al Departamento de Atención Inmediata del PANI, por no atender su caso como se debe e incluso asegura que sus derechos fueron atropellados.

Por bisexual

En las últimas dos semanas, también se encadenó María Morales Mora, ella asegura que esa institución le quitó a sus tres hijos porque ella es bisexual.

“Mis hijos están con mi mamá desde el 28 de julio del año pasado, yo se los dejé para ir al hospital y cuando regresé me llevé la sorpresa de que ella (la mamá) había dicho en el PANI que yo los había dejado abandonados.

Más de nueve papás y dos abuelitos se han encadenado, en las últimas dos semanas, a los portones del edificio del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) en barrio Luján, porque no pueden ver a sus hijos y nietos

“Le solicité a la Fuerza Pública que fuera conmigo a la casa de mi mamá, porque en ese momento tenía a mis hijos en retención ilegal de menores. Cuando nos presentamos a la oficina del PANI, mi mamá dijo que cómo era posible que yo tuviera de pareja a una mujer, que eso no le inculcaba valores cristianos a los hijos, que jamás dos mujeres iban a poder criar una familia”, explica María.

Incluso, agrega que presentó fotografías en las cuales se demostraba que sus hijos eran felices con ella y su pareja, que se sentían cómodos y bien.

“Pero mi mamá utilizó al PANI y una representante de esa institución me dijeron que yo no podía estar con otra mujer y que le iba a dar la custodia temporal a mi mamá mientras yo me curaba”, asegura esta mamá.

Otros que denuncian abusos y malas prácticas del PANI son José Hernández, Yazmín Morales, Paola Castro, Gloria Jiménez, Jesika Miranda, Andrea Núñez, Karol Fonseca, Ligia Delgado y el periodista Camilo Rodríguez.

Casos revisados

Le consultamos al PANI sobre estos padres que desde hace dos semanas están llegando a encadenarse y nos respondieron: “Cada uno de los casos de los participantes de esta y otras manifestaciones han sido revisados por la administración y cuentan con resoluciones judiciales (depósitos judiciales, declaratorias judiciales de abandono y denuncias penales, entre otras) que avalan la intervención realizada para cumplir con esta responsabilidad.

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“Sin embargo, la administración continúa abierta a la revisión de situaciones que se consideren”.

El gerente técnico, Eduardo Montero, recibió a los encadenados y escuchó sus solicitudes, las cuales serán analizadas por la nueva administración.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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