Pasó 9 días como náufrago en una hielera, ahora hará romería

Uno de los peregrinos más felices que salió el pasado sábado desde Río Claro, en el cantón de Corredores (zona sur, cerquita de la frontera con Panamá), es don Manuel Antonio Vega Barquero, a quien nadie conoce por su nombre sino por Chalazo, un fiel, de la pura cepa de Golfito, que le agradece a La Negrita que lo tiene con vida después de dos naufragios, como él mismo explica.

El mes de agosto, dice, es muy especial en su vida. Primero porque cuando llega ese mes del año puede, desde hace ya tamaño poco de años, pagarle la promesa que siempre le hace a la Virgencita de Los Ángeles de ponerse a sus pies cada 2 de agosto.

También porque entre la Patrona de Costa Rica y Chalazo hay una relación especial que comenzó en medio del mar, cuando Chalazo casi no tenía esperanza de vida y estaba agarrado de lo único que podía: su virgencita amada.

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“En un agosto (estando mar adentro en Golfito, pescando) viví un naufragio. Fue hace muchísimos años, no había tecnología ni nada de eso y pasé nueve días metido en una nevera y la misericordia de Dios…yo me acordaba de la Virgencita en ese momento y ella intercedió por nosotros, gracias a Dios logramos salir”, recuerda Chalazo.

El naufragio del que habla este golfiteño fue en 1974, específicamente el 9 de agosto; él, su cuñado, Milton Vásquez y un compañero de los dos, Carlos Luis Salazar, salieron a buscar el pan de cada día en el mar.

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No llevaban ningún aparato tecnológico para reportar su ubicación o comunicarse con alguien en caso de un accidente. Explica Chalazo que llevaron comida solo para un día porque la idea era ir bien de mañanita, sacar las líneas de pesca, llenar la nevera y ya con el trabajo hecho volver por la tarde-noche.

El mar se comenzó a picar y ya bien picado una “chapota”, que es como le dicen los pescadores artesanales a una ola grande y fuerte, se metió en la lancha y esta se comenzó a hundir. Durante 9 días estuvieron a la deriva y en el noveno día vieron el faro de Punta Burica y decidieron nadar hasta tierra firme. ¡La Negrita les cumplió!

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“Años después la Virgencita me sacó de otro naufragio, el del alcohol, del cual también la Virgencita intercedió para que Dios me sacara. Voy lleno de agradecimiento donde ella”, asegura este golfiteño, que es parte de los más de 100 romeros que recorren 308 kilómetros desde Río Claro hasta la Basílica de Nuestra Señora de Los Ángeles en Cartago, trayecto en el que durarán 9 días.