Una escuela pequeña de Rivas de Pérez Zeledón les dio un ejemplo enorme a muchos centros educativos del país porque allí se arrollan las mangas para cuidar el ambiente.
Se trata de la escuelita Chimirol, que recibió un reconocimiento del Minae como la primera en Costa Rica en ser carbono neutral, es decir, compensa con actividades ecológicas la contaminación que podría producir, algo que hace desde el 2011.
Carolina Benavides, maestra de educación especial de la escuelita, contó que los proyectos que les permitieron ser un modelo son varios. Uno tiene que ver con que la factura de la electricidad disminuyó un montón desde que colocaron paneles solares.
"Lo único que en la escuela no funciona con los paneles es el laboratorio de Informática, que se construyó después de que colocamos ese sistema en el 2014; aparte de esa sala de estudio toda la escuela funciona gracias a la energía solar, así que el ahorro es muy importante", explicó Benavides.
La maestra dijo que los ocho paneles los obtuvieron gracias a donaciones, al apoyo de fundaciones y a plata conseguida por medio de rifas y bingos.
La "niña" añadió que para lograr que la escuela tuviera ese certificado del Minae ayudó mucha gente: los estudiantes, los padres de familia y la comunidad. Todos apoyaron la idea de ser guardianes del ambiente.
Otros dos puntos que calificó el Minae para dar la certificación es que usan el agua de lluvia para la huerta y para darles mantenimiento a los servicios sanitarios; además, el gas que utilizaban para cocinar en el comedor pasó de dos cilindros a solo uno.
"Hemos reducido a la mitad la contaminación y las emisiones de carbono, también tenemos proyectos de reciclaje", explicó la maestra.
"Los alumnos, los papás, nosotros y la comunidad estamos muy motivados de seguir así. Haremos muchas más cosas porque queremos ser un ejemplo para los demás centros educativos. Tenemos noventa estudiantes y a pesar de ser una pequeña institución somos grandes en voluntad y compromiso", dijo la docente.