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Piedra de 1.200 años a la orilla de una calle enamoró a un presidente de la República

Fue encontrada a la orilla de una calle hace 38 años Piedra en Casa Presidencial tiene más de 1.200 años y fue rescatada por expresidente en Upala

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En la Casa Presidencial, en Zapote, reposa una obra de arte ancestral con más de un milenio de existencia que elaboró un indígena.

Se trata de una piedra grabada, que fue hecha, según los estudios del Museo Nacional, entre los años 300 y 800 después de Cristo y que fue hallada en abril de 1981 por el entonces presidente Rodrigo Carazo (1978-1982), durante una visita que hizo al barrio Colonia Blanca de Upala. A este tipo de arte se le llama petroglifos.

Ricardo Vázquez Leiva, del departamento de Antropología e Historia del Museo Nacional, contó que el exmandatario, quien murió el 9 de diciembre del 2009, vio la piedra a la orilla de una calle, por lo que de una vez los llamó para que recogieran la obra precolombina, la limpiaran y la llevaran directo a la sede presidencial.

“El petroglifo fue removido de su lugar original unos 100 metros porque estaba en una quebrada que se llama Níspero, parece que la sacaron con una excavadora porque tenía varias marcas de las palas”, mencionó.

Vázquez, quien en ese momento tenía 25 años, fue el encargado de realizar los trabajos para sacar la piedra de Upala.

“El presidente Carazo la quería en la Casa Presidencial que funciona desde 1980, entonces la llevamos de una vez en un camión que era una especie de plataforma, primero estuvo afuera y luego fue pasada a la pileta que está adentro”, mencionó.

El experto recordó que lo más difícil fue trasladar la pieza, pues pesa muchísimo.

“No sabemos cuánto pesa, podríamos hablar de hasta cuatro toneladas (cuatro mil kilos) y aproximadamente mide 1,50 metros de altura por 1,60 de ancho”, expresó.

Petroglifo
Los petroglifos son dibujos realizados en piedra. En Costa Rica se han encontrado en grandes cantidades en los monumentos nacionales Guayabo en Cartago y en el Farallón en Guanacaste. El término es griego y proviene de petros (piedra) y glyphein (tallar).

Por otra parte, Ronald Castro, investigador de la historia costarricense, aseguró que debido a este hallazgo, Carazo envió a la Asamblea Legislativa un proyecto para la protección del patrimonio arqueológico que se convirtió en ley en diciembre de 1981.

“Este petroglifo, está íntimamente relacionado con varios aspectos de la personalidad del entonces presidente don Rodrigo Carazo Odio, que era su incansable actividad, su perseverante defensa de lo nacional y profundo interés por la historia costarricense”, detalló.

Piedrota es un autorretrato

Vázquez, quien estudió el petroglifo durante varios años, explicó que posiblemente el autor lo que quiso fue retratarse.

“Se ve la cara de una persona arrugada y varios pájaros, lo que hemos pensado es que el autor estuvo bajo los efectos de una o varias hierbas que pudo inhalar o fumar. Entonces seguramente lo que quiso expresar es que se sentía con pajaritos en la cabeza”, explicó Ricardo.

Entre las aves que observó, están los colibrís pico de hoz y violeta, además de quetzales y zopilotes.

“Era una piedra que fue esculpiendo con otras piedras y que probablemente el autor lo que quería era que la vieran las demás personas porque estaba visible en una quebrada que pudo haber sido muy visitada por las pobladores de esa zona"

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Aunque es difícil saberlo, Vázquez cree que la persona que hizo la pieza es de la etnia maleku, pues esa zona era habitada por ellos.

“Cuando uno la detalla se da cuenta que quien la hizo tenía un gran sentido de su entorno porque utilizó elementos que tenía cerca como los pájaros, me atrevo a decir que pudo tardar semanas o meses para terminarla”, mencionó.

Presi orgulloso

Desde que el petroglifo llegó a Casa Presidencial, han pasado por Zapote diez mandatarios.

El actual gobernante, Carlos Alvarado, aseguró sentirse orgullo de ver todos los días la piedrota.

“Esta imponente obra precolombina refleja parte de nuestra historia. Tenerla en Casa Presidencial es tener presente un trozo más de nuestro legado indígena, de nuestras raíces y la diversidad de expresiones en materia de ciencia, talento y las cosmovisiones precolombinas de nuestros pueblos originarios”, dijo Alvarado a La Teja.

Bryan Castillo

Periodista

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