Este viernes se dio a conocer un plan de trabajo para la reactivación de la isla San Lucas, con el objetivo de devolverle la vida al lugar que por más de cien años albergó uno de los centros penales más famosos de Tiquicia.
La isla se ubica frente a la costa del Pacífico de Puntarenas, en el golfo de Nicoya. La cárcel funcionó de 1873 a 1991 y sus instalaciones forman parte del patrimonio nacional. Actualmente es Refugio de Vida Silvestre del MINAE.
La primera dama, Claudia Dobles, comentó que se pretende que la isla se convierta en un ejemplo de buenas prácticas de sostenibilidad para otros destinos turísticos cercanos como las islas del Golfo de Nicoya, de la península de Nicoya y de Puntarenas.
“Esta es una inversión dirigida al bienestar de la comunidad de Puntarenas y del golfo de Nicoya, al generar empleos e incentivar el desarrollo. Además planteamos ser un referente en las mejores prácticas de construcción y manejo sostenible, con obras de bajo impacto y concordancia con su entorno”, explicó Dobles.
Los trabajos de reactivación se realizarán en 4 etapas:
Primera etapa: estudios previos, como por ejemplo de la calidad de agua, así como estudios de mercadeo.
Segunda etapa: definirá el monto total de la inversión y los plazos a seguir.
Tercera etapa: contempla planos constructivos y permisos.
Cuarta y última etapa: construcción de las nuevas obras.