Andrea Fernández trabaja como oficial de la Fuerza Pública y también es escritora. La poesía le permitió unir ambas pasiones.

En este mes de febrero publicó un libro con 21 poemas titulado “Las cicatrices de servir”, basado en los buenos y malos momentos que ha vivido en su función como uniformada.

Cada página de su obra fue naciendo entre el 2008 y el 2016, lo que hacía era ir escribiendo poemas inspirados en sucesos que presenció y que la fueron marcando.

Su pasión por la escritura nació cuando tenía 15 años, incluso este es segundo libro, el primer lo publicó en el 2017 y lleva el título de “Éralka, la guerrera escarlata”, una obra de fantasía.

Explicó que en su más reciente texto cuenta las anécdotas de forma poética para llegarle más fácil a los lectores.

Por falta de apoyo, Andrea tuvo que sacar dinero de su bolsillo para que una casa editorial le hiciera varias copias del libro y de esta forma venderlo por sus propios medios. Ella es de San Rafael de Oreamuno en Cartago y es policía desde hace 11 años.

Para ella no fue fácil iniciar con este proyecto, pues padece de dislexia, que es una alteración de la capacidad para leer, confundiendo el orden de las letras, pese a esto no puso obstáculos y se mandó al agua, reflejando lo valiente que es.

“Uno de los poemas que escribí con mayor inspiración fue el de una muchacha que se quitó la vida, ese fue apenas mi segundo incidente, yo tenía 20 años y me marcó mucho porque era una mujer como yo, con muchos sueños, pero que tomó está decisión”, comentó.

Detalla que otra de las situaciones que le dejó huella fue la muerte de un perro.

“He llorado como escritora, en el libro está un poema emotivo sobre una perrita envenenada, cuando lo escribía recuerdo que lloraba mucho porque no podía creer que alguien le hiciera daño a un animal indefenso. Ese día estaba con un compañero, vimos a la perrita y sabíamos que no teníamos mucho tiempo, por eso decidimos hablarle tiernamente y unos minutos después murió, la montamos a la patrulla y la fuimos a enterrar”, relató la oficial de 31 años.

Así como describe historias rudas, también resaltó momentos de impotencia, como lo es cuando detienen a un delincuente mientras comete un delito y es liberado horas después.

“¿Qué importa anteponer la vida, el sudor, el esfuerzo y tanto trabajo si al final los fiscales tiran el caso abajo? ¿Cómo no les va a parecer este un país seguro cuando ellos tienen un guardaespaldas como escudo? Veo mi anhelo, mi esfuerzo como un sentimiento herido que día a día se forja en escultura de guerrero caído”, dice el poema que escribió en relación a ese tema.

Ella bretea en la subdirección regional norte de San José, en Los Yoses, y explica que este libro va dedicado a sus compañeros policías y a las personas que no conocen bien el trabajo que hacen.

“Nosotros los policías estamos expuestos a muchos peligros, pero no solo vivimos esas experiencias, también somos testigos de otras cosas como ver a familias sufrir porque detenemos a una persona, ayudamos en incendios y a mucha gente que nos necesita”, comentó.

Detalla que ha recibido muchos comentarios positivos, especialmente de compañeros policías de todo el país que le han solicitado una copia.

“Por dicha quienes lo han leído lo han aceptado muy bien, más que hacer dinero lo que quiero es que a gente le quede claro que nosotros también sufrimos y sentimos muchas cosas en nuestro trabajo, porque lamentablemente muchos piensan que somos duros de corazón, pero no es así”, comentó.

Ministro quiere leer libro

Andrea nos comentó que no ha podido hablar con Michael Soto, ministro de Seguridad Pública, sobre su libro, pero dice que le encantaría.

Por eso nosotros nos dimos a la tarea de contactar a Soto, quien nos dijo que la noticia de que una policía sea escritora le alegra demasiado.

“Me alegra mucho tener a una oficial con ese perfil, espero leer pronto las poesías de sus vivencias, me parece que eso deja ver el lado sensible del policía que es una persona que siente, que ama y que quiere, siempre motivamos este tipo de acciones", dijo Soto a La Teja.

Si usted desea comprar este libro puede hacerlo llamando a Andrea al número de teléfono 6040-0006, su valor es de ¢5 mil.