Los vecinos de Crucitas, en la zona norte del país, en realidad viven como nadie quisiera vivir.
Este lunes llegaron a la Comisión de la Provincia de Alajuela, de la Asamblea Legislativa, varios vecinos de la zona y contaron las penurias que pasan, la verdad eso no se le desea a nadie.
La comparecencia de estas personas se dio luego de que el viernes pasado varios legisladores visitaran la zona y comprobaran por ellos mismos el montón de problemas que enfrentan los lugareños.
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Nery Segura Arrieta, secretaria de la Asociación de Desarrollo de Crucitas, fue la encargada de decir sin pelos en la lengua las penurias que viven.
El diputado socialcristiano, Leslye Bojorges, le hizo preguntas sobre la forma de vida de los vecinos y las respuestas causaron asombro, preocupación y dolor.
En Crucitas no hay colegio, tampoco asadas, ni servicio de acueducto municipal, es más, ni siquiera tienen agua potable. De día por medio, Acueductos y Alcantarillados (AyA) les lleva agua en pichingas y con eso se la tienen que jugar.
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La mujer también dijo que no hay aceras ni calles pavimentadas. Hay una escuela unidocente, pero no tiene laboratorio de cómputo, tampoco biblioteca, es algo muy, muy sencillo.
Tampoco tienen hospital, ni clínica, ni siquiera un ebáis. En el ámbito deportivo, lo único que tienen es una plaza de fútbol.
Crucitas está a unas dos horas y media de Ciudad Quesada y para que la gente salga de ahí a hacer mandados, buscar atención médica o hacer cualquier actividad tiene que esperar el único bus que llega “cerca de Crucitas” una vez al día, si es que entra porque a veces el clima no lo permite.
“El bus llega hasta el Concho, cuando el tiempo así se lo permite y del Concho a Crucitas tenemos que movilizarnos en un carro 4x4... porque a veces ni la ambulancia ha podido ingresar para atender algunos casos... del Concho a Crucitas hay unos 40 minutos, no sé cuánto hay en kilómetros, pero ese es un aproximado del tiempo que se tarda”, explicó la lugareña.
Los diputados están analizando un proyecto de ley propuesto por el Poder Ejecutivo para permitir la extracción de oro en la zona y así llevar plata y desarrollo.