Dos profesoras del liceo de Coronado ganaron una batalla que será de gran ayuda para otras mujeres en el futuro.
Ambas son mamás y se vieron forzadas a presentar un recurso de amparo porque no tenían un lugar apto para sacarse la leche materna y guardarla mientras trabajaban en el centro educativo.
Según consta en un documento enviado por la Corte Suprema de Justicia, las educadoras que interpusieron el recurso son de apellidos Rodríguez Barrientos y García Sánchez.
Ellas presentaron el documento el 24 de febrero de 2021, porque se cansaron de esperar que el colegio les resolvieran la situación. Las afectadas contaron que al no tener un lugar específico para sacarse la leche, tenían que hacerlo en los servicios sanitarios, en la bodega de acopio de materiales o dentro de las aulas de atención a los estudiantes, pero ninguno de esos lugares tiene las condiciones de higiene ni la privacidad que ellas necesitan.
Según García, ella tuvo una reunión con la Junta de Educación del liceo el 2 de abril de 2019 y les pidió que acondicionaran un lugar como sala de lactancia, pero su propuesta nunca fue escuchada.
Cansadas de esperar, ella decidieron mandarse con un salacuartazo, por lo que el pasado 19 de marzo los magistrados les dieron la razón y ordenaron que a más tardar en tres días el centro educativo tenía que tener habilitado un espacio decente como sala de lactancia y que en un mes el espacio tenía que estar completamente listo.
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Problema heredado
Sue Chinchilla, director del colegio, dice que él llegó al centro educativo el año pasado, por lo que le tocó heredar las bronca de no tener una sala de lactancia.
“Por la pandemia el año pasado estuvimos muy poco tiempo con clases presenciales y este año llevamos poco más de un mes, ha sido muy poco el tiempo que he tenido para resolver eso, sobre todo porque en el liceo hay un montón de cosas que hay que arreglar, pero no hay recursos.
“Tenemos seis órdenes sanitarias, hay problemas en los techos, hay menos baterías sanitarias de las que se necesitan, tenemos problemas con la electricidad, incluso hasta con el tratamiento de aguas negras, entre otras cosas. Ya acondicionamos un lugar como sala de lactancia, aún le falta, pero está limpio, lo pintamos, le pusimos un sillón que yo tenía en la dirección y una refrigeradora que había en un taller de panadería para habilitarla.
El director dice que una de las educadoras que puso el recurso ya no trabaja ahí, pero que la otra sí. Él espera que el esfuerzo que hizo junto con la Junta de Educación ayude en el futuro a otras funcionarias del centro y también a las estudiantes, pues actualmente hay varias que están embarazadas.