Doña Haydee Mora siempre anda adelantada a todo y había comprado los regalos de Navidad desde hace días, por lo que el premio que se ganó con La Teja le quedó apenas para hacerle frente a la durísima cuesta de enero.
Esta vecina de Pavas está muy contenta porque esta no es la primera ni la segunda vez que gana, sino la tercera. Es decir, la suerte la tiene bien cuidada.
La primera vez que pegó fue en el 2014 y con ese premio pudo comprar unas sillas plásticas para realizar las reuniones cristianas que acostumbra hacer en su casa.
La segunda vez que la suerte la tocó fue en el 2016 y con esa platica pudo hacerse de unos anteojos que aún tiene, de una olla arrocera y de una cafetera.
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La única diferencia con los anteriores premios, es que esta vez doña Haydee lo repartirá con un hermano suyo.
El hermano se pellizcó y se aprovecha de la buena suerte se doña Haydee para que sea ella la que le active el código, con la condición de que si pegan se repartan el premio a medias. La jugada le dio frutos porque el premio otra vez volvió a quedar en manos de su hermana, pero con el periódico que él compra.
El hermano de la ganadora se salvó que doña Haydee es una señora muy honrada, porque para ella era muy fácil decir que había pegado con el periódico de ella.
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Mora dice que parece que la buena suerte o las bendiciones de Dios persiguen a su familia, ya que ella no es la única que ha pegado con La Teja.
"Una hija mía se pegó un viaje a Golfito con La Teja y antes de que yo pegara uno de los premios la suerte había tocado a una hermana mía", dice doña Haydee.
Además de aliviar la cuesta de enero, la feliz ganadora dice que cierta parte de la paltica la utilizará para hacer los tamalitos, que tanto le gustan a ella y a sus familiares.