Nacional

Reconocido cantante nacional está peleado con su hijo debido una casa

Padre se defiende y dice que la propiedad, la cual es muy costosa, le pertenece, mientras que su primogénito afirma que gastó una millonada en la vivienda

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La relación entre Jaime Torres y su papá, Abdenago Torres, de 73 años, más conocido como Nago de Nicoya, un folclorista nacional famoso por interpretar piezas como “Adiós”, “Costa Rica” y “Sámara”, entre otras, está en su peor momento debido a una bronca que tienen por una casa en Cangregal de Sámara, en Nicoya.

Gracias a su talento, don Nago se convirtió en el primer costarricense en ganar el “Pin de Plata” entregado por el Consejo Internacional de Organizaciones de Festivales de Folclore y de las Artes Tradicionales en el 2016, pero eso ahora quedó en segundo plano a raíz del pleito con su hijo. Nago tuvo sus mejores años entre 1960 y 1980.

Jaime le aseguró a La Teja que su tata lo engañó para que construyera una casa en un lote que está a nombre del folclorista, ya que cuando terminó la obra en diciembre del 2017, su papá lo echó de la vivienda mediante una denuncia interpuesta ante el Juzgado de Familia de Nicoya por agresión física. Desde ese momento Jaime sepultó todas sus posibilidades para recuperar el inmueble.

El hijo de Nago explicó que todo comenzó a mediados del 2016 cuando vivía en Holanda, momento en el que su papá lo llamó y le pidió que volviera al país para que lo acompañara, pues estaba solo y viejo. En ese momento don Nago tenía 70 años.

“Él me dijo que podía construir en el terreno que nos dejó mi abuelo paterno porque nos pertenecía a los nietos, pero en el registro aparece a nombre de mi papá.

“Mi papá vivía en un rancho que tenía en ese lote y había dos apartamentos que son de mis hermanas. Yo construí en la parte de arriba de los apartamentos, pero mi papá se pasó a los que están abajo y empezaron los problemas”, agregó.

Según Jaime, en total invirtió $250 mil (unos ¢160 millones) para la construcción, pero lo que inició como una ilusión se convirtió en su peor pesadilla, pues solo lo utilizó durante unos días.

“Inauguré mi casa el 14 de diciembre del 2017, pero el 23 (de ese mes) me sacaron con la policía porque mi papa me denunció por agresión física y como él es un adulto mayor le creyeron”, añadió.

Según consta en el dictamen social forense aplicado por la oficina de trabajo social del II Circuito Judicial de Guanacaste, del cual La Teja tiene copia, nunca se comprobó la agresión física.

Solo los calzoncillos

De acuerdo con Jaime, el 23 de diciembre del 2017, los oficiales de la Fuerza Pública le dijeron que le daban cinco minutos para sacar lo que pudiera.

“Solo me dio tiempo de sacar los calzoncillos, entonces en protesta decidí andar en calzoncillos por Samara. Aquí la gente sabe que mi papá es un aprovechado porque todo se lo han regalado”, declaró.

Durante todo el 2018, Jaime no tuvo contacto con su padre y admitió que decidió no pelear más ya que sabe que si le quita esa propiedad no tendría un lugar para vivir.

“Es mi propiedad”

Don Nago también nos dio su versión de los hechos. Él detalla que su hijo lo maltrataba y por eso lo sacó de la casa, a pesar de que en el expediente forense no se demostró tal situación.

“Me ofendía de palabra, anda diciendo un montón de cosas falsas, pero no dice que yo le pagué los estudios. Lo saqué por todo eso y porque es mi propiedad”, dijo.

Afirma que sí es cierto que le dijo a su hijo que construyera encima de los apartamentos, pero que lo incomodaba por las constantes fiestas que hacía.

“Hacía muchas fiestas, la policía tiene pruebas de eso, yo estoy viejo y lo único que quiero es vivir mis últimos años en paz”, destacó.

Sobre la posibilidad de que Jaime recupere lo que construyó, el folclorista fue claro al decir que: “Si él no me ve como su padre, yo no lo puedo ver como mi hijo”.

Bryan Castillo

Periodista

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