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Repartidor de UberEats: “Hay gente que le da asco recibirnos la comida por el virus”

Repartidores de comida, comerciantes y panaderos son parte del ejército que lucha contra el COVID-19 y su labor es tan importante como la de los trabajadores de la salud para mantener al virus tan bien controlado

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Los trabajadores que andan en la calle quisieran quedarse seguros en sus casas y no exponerse todos los días al contagio del nuevo coronavirus, pero si no salen a bretear, su familia no come.

Es por esta razón que este 1º de mayo en La Teja salimos a buscar a esos pulseadores para reconocer su labor en el Día de los Trabajadores.

Repartidores de comida, comerciantes y panaderos son parte del ejército que desde otra trinchera, más allá de la de Salud o la Policía, lucha contra el COVID-19, que según cifras oficiales este viernes subió a 725 pacientes, con los seis que se sumaron ayer.

Por ejemplo, los repartidores de comida con su labor evitan que muchas personas salgan de sus casas.

Tal es el caso de Jorge Leandro, un joven colegial de Cartago, que para echarle una manita a su familia sale todos los días en bicicleta a repartir comida con UberEats, exponiéndose a contagiarse, lamentablemente su labor no es tan reconocida y aplaudida como la de los doctores o enfermeros.

“Hay de todo, los que nos agradecen y hasta nos dan un incentivo, pero también los que nos hacen caras, a otros les da asco recibirnos la comida por el virus, la mayoría de veces es así, nos dicen ‘dejemelo ahí y yo lo recojo’”,

“Uno entiende que la gente le da cierto temor, pero se siente mal que te traten feo porque sin nosotros más gente andaría en la calle”, confesó este pulseador de 18 años y vecino de El Tejar de El Guarco.

Jorge cursa el cuarto año en el colegio San Luis Gonzaga y como cualquier joven de su edad quisiera quedarse en casa, pero prefiere ayudar a su familia.

"La verdad salgo a trabajar con mucho temor que se le pegue a uno el virus y llevarlo a la casa, me han dicho que no salga, pero el dinero se necesita en la casa.

“Mi preocupación son mi mamá, que es diabética, y mi hermana que tiene problemas en los pulmones, por eso tomo todas las medidas higiénicas, ahora me lavo mucho más las manos y no me toco la cara”, aseguró Leandro.

Jorge aseguró que las ganancias andan parecidas a antes de la crisis provocada por el coronavirus, asegura que por día hace unos 15 mil colones.

“Hay días buenos y días muy malos, hoy por ejemplo como es feriado y la gente anda más en la calle y no usan el servicio de UberEats”, explicó.

Doble golpe

Carlos Calderón es el dueño de una de la barbería Carlos, una de las más antiguas de Cartago y asegura que el golpe provocado por el COVID-19 a su negocito ha sido doble, porque no solo tuvo que cerrar por un tiempo debido a las medidas tomadas por el Ministerio de Salud, sino que la mayoría de sus clientes son adultos mayores y casi no salen de casa para cuidarse.

“Para nosotros es una crisis tremenda, el trabajo bajó al treinta por ciento”, confesó este barbero que el 1 de junio llegará a 75 años.

“Yo me cuido mucho, también por mi edad, si usted ve sigo todas las reglas que exigen el Ministerio de Salud”, agregó.

La barbería de Cartago queda al puro frente del antiguo Cuartel de Cartago, por las líneas del tren, y su propietario asegura que por fin está viendo la luz al final del túnel.

“La mayoría de mis clientes son mayores, antes no los dejaban salir, pero con el cambio de las medidas ya los nietos me han buscado, me preguntan a qué hora puedo atenderlos, traen a los abuelos y se los llevan rápido”, contó don Carlos.

La otra cara

Hay negocios que debido a la cuarentena han aumentado las ventas, tal es el caso de las panaderías, así lo aseguró Frank Cubillo.

Frank trabaja para la panadería Trigo de Oro, que está 200 metros al este de la Guardia Rural de Taras, en Cartago.

“Gracias a Dios no nos ha afectado, más bien se vende más porque como la gente está en la casa compra pan para el desayuno y en la tarde para el café”, aseguró.

Felipe Arrieta

Periodista egresado de la Universidad Latina de Costa Rica. Editor de La Teja desde el 2016. Empezó en Grupo Nación desde el 2009. Tiene experiencia en Deportes, Espectáculos y Nacionales.

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