A muchas de las mujeres que han dado a luz en los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), les han pasado cosas horribles.
La Defensoría de los Habitantes dio a conocer que sigue recibiendo denuncias por violencia obstetricia, por eso pide a la Caja acciones concretas al respecto.
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En las denuncias recibidas entre el 2022 y el 2025 se encontraron testimonios de mujeres que narran cosas horribles.
“Se determinó que aún prevalecen prácticas contrarias a los derechos de las mujeres gestantes y sus familiares, tales como maltrato verbal, negación del acompañamiento durante el parto, procedimientos médicos sin consentimiento informado, desatención de condiciones emocionales y psicológicas de las pacientes, entre otros.
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“Según los casos denunciados, destacan partos en condiciones indignas, errores en los diagnósticos que pusieron en riesgo vidas y atención despersonalizada en situaciones de alto riesgo obstétrico”, detalló la Defensoría.
La institución informó además que la Auditoría Interna de la Caja realizó en el 2024 una visita a 12 hospitales para observar la atención en servicios de Ginecología, Obstetricia y Neonatología y determinó que muchas mujeres aseguraron vivir situaciones donde se sintieron maltratadas o ignoradas.
“Relataron decisiones médicas sin explicaciones, respuestas confusas o contradictorias entre los profesionales, comentarios despectivos, falta de apoyo después del parto, y no saber a quién acudir si sentían que algo no estaba bien, entre otras cosas”, informó la Defensoría.
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La Auditoría también encontró problemas en la organización de los servicios: poca capacitación del personal en temas de trato con calidez, falta de encuestas para saber qué piensan las usuarias, debilidades en la infraestructura, y carencia de espacios adecuados para adolescentes o mujeres que enfrentan una pérdida gestacional, aunque también encontró algunas iniciativas positivas del personal de salud de algunos hospitales, como el Proyecto Angelitos.
La Defensoría dio recomendaciones a la Caja, entre las que destacan, el garantizar la aplicación de normativas y protocolos vigentes, y establecer un mecanismo de monitoreo, oficializar, divulgar e implementar la “Estrategia Institucional de Prevención y Atención de la Violencia Obstétrica en la CCSS”.
Además, implementar procesos de capacitación en forma permanente; garantizar que el uso de medicamentos para la inducción del parto se realice cuando sea estrictamente necesario, reforzar en el personal el trato cálido, respetuoso, empático a las usuarias, así como el acceso a la información clara, coherente, comprensible y oportuna, y en particular, que las mujeres que hayan experimentado una pérdida gestacional.