Revelan datos preocupantes sobre el consumo de cigarros piratas en el país

Las cifras no mienten. Casi la mitad de los cigarros que fuman los ticos al día son cigarros piratas, o sea, entraron al país ilegalmente y por eso no pagan impuestos a Hacienda ni tienen ningún control del Ministerio de Salud.

Esta realidad la confirma el Observatorio del Comercio Ilícito (OBCI) de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR), al alertar sobre el aumento del consumo de cigarrillos piratas en Tiquicia.

Según datos recientes recogidos por Total Research Network (empresa líder en investigación de mercados en Centroamérica), durante abril, mayo y junio de ese año, el consumo de cigarrillos ilícitos representó el 45% del consumo total en el país.

“El aumento del comercio ilícito es alarmante y plantea una seria amenaza para nuestra sociedad y economía. Aunque este estudio se limitó a la categoría de cigarrillos, lo normal es que esta tendencia se extienda a otros productos como licores, prendas de vestir, lotería, medicamentos, entre otros.

“El contrabando es un detonante de la inseguridad que enfrenta Costa Rica, ya que está estrechamente relacionado con otros delitos como el narcotráfico y lavado de activos”, asegura Ricardo Carvajal, director ejecutivo del Observatorio de Comercio Ilícito.

Cuando se analiza el consumo de cigarros pirata en todo el país se nos para la peluca con los datos registrados en tres provincias, ya que superan el 50%. Las provincias con más consumo de cigarros ilegales son: Limón (51,35%), Puntarenas (63,5%) y Heredia (65,5%).

Además del impacto en la salud pública, el comercio ilícito tiene consecuencias económicas graves.

Se calcula que las pérdidas anuales en recaudación para el Ministerio de Hacienda alcanzan los $100 millones (unos 60 mil millones de colones).

“Frente a esta problemática, Carvajal enfatizó la importancia de tomar medidas urgentes: “Hacemos un llamado a las autoridades para que se enfoquen en atacar a las organizaciones criminales responsables de importar ilegalmente estos productos.

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“Si bien celebramos la reciente instalación de escáneres en la Terminal de Contenedores de Moín, debemos reconocer que muchos de estos productos ilícitos pasan escondidos por puntos ciegos en nuestras fronteras terrestres”, aseguró la Cámara de Comercio.