Karen Castro Rubí durmió tan solo un ratico el pasado domingo 6 de agosto. Ella se levantó a la medianoche para dejar a sus dos pequeñas al cuido de la abuelita y jalar soplada al Ebáis de San Joaquín de Flores con el fin de pulsear una cita para el día siguiente, pero aunque llegó a la 1 a. m., no encontró campo.
Para Castro esa historia no es nueva, ya que indicó que ha ido unas ocho veces durante los últimos seis meses y no ha tenido éxito. Igual les sucede a un montón de asegurados.
Como Karen no pudo conseguir cita se vio forzada a pagar en centros privados para recibir los servicios de Odontología y Ginecología que necesitaba.
Según la mujer, la misión de conseguir cita es casi que imposible, ya que solo dan campo para ocho personas. Ella dice que dos muchachos acaparan los pocos espacios disponibles.
A Castro le pasaron el bolado de sacar cita por Internet, medio con el que ha tenido mejor suerte, pero conectándose a la medianoche, porque si se conecta tres minutos después no le dejan campo. O sea, ni así es sencillo.
Según ella, una de las razones para que el servicio sea tan malo, es que la clínica cuenta con pocos especialistas para tanta gente y que la administración no hace nada para mejorar la atención.
Ella no se equivoca, ya que el Ebáis de San Joaquín comparte sede (la clínica Jorge Volio) con los distritos de Barrantes y Llorente (Flores), así como los de Escobal, San Antonio, Asunción y La Ribera de Belén. En total atiende a 51.066 personas.
En el centro médico solo cuentan con 27 plazas (fuera del personal administrativo), por lo que Mario Esquivel, asistente de la dirección médica explicó que para dar una atención eficiente, requieren de al menos doce plazas más.
La Teja le consultó a Esquivel sobre la situación y esto fue lo que respondió.
– ¿Qué puede hacer una persona que llega a la una de la mañana al Ebáis y no encuentra campo?
–Regresar a la casa y volver las 6 a. m., para que hable con las muchacha que da las citas, ya que a veces quedan campos. Si la cita es para un niño se puede resolver en emergencias, aunque lo ideal es usar este servicio de forma racional. La última alternativa es buscarnos a nosotros y exponer el caso.
– ¿Qué puede hacer la clínica para controlar a los coyotes?
– Nada, es un negocio que tienen no dos dos personas, sino más. Hemos detectado a uno que se anuncia hasta en Facebook, pero de la puerta para afuera no podemos hacer nada. Cuando se detectó se le indicó a la muchacha que no le sacara citas a no ser que fuera para él o un familiar, ya que es de la zona. Entiendo que empiezan a llegar a la once de la noche. La gente no tiene que prestarse a este negocio.
– ¿Se puede llamar a la policía para que vigile?
– No. solo si causen alguna destrucción o molestan a los usuarios.
– ¿Por qué solo hay ocho espacios?
– No hay plazas suficientes para atender a la población, a pesar de que en los últimos años han llegado tres especialistas. La sobrepoblación no permite que demos una atención adecuada.
– ¿Qué le piden ustedes a la Caja para resolver esto?
– Todas las áreas de salud piden plazas, pero cuesta mucho que las den. Los directores de salud de la provincia de Heredia solicitaron fortalecer algunas áreas estratégicas con rayos equis, mamografías y otras cosas y daba resultado, pero no sabemos el porqué se dejó de hacer.
– ¿Cree que la situación seguirá igual?
–Creo que sí, porque la Caja tiene que pensar en el presupuesto.
– Entonces, ¿ustedes le pasan la bola a la Caja?
–Siempre le pasamos la bola, ya que nosotros no podemos inventar plazas a pesar de contar con el presupuesto.