Santiago, el chiquito de isla Venado que tiene de “mascota” una espátula rosada (video)

Santiago Barrios Salas nunca ha dejado de sorprendernos y admirarnos. Es un guerrero de la vida y es bien pipa.

En La Teja se los presentamos en el 2016 y cada vez que hablamos con su familia, el pequeñito, que ahora tiene 6 años, nos deja con la boca abierta.

Ahora lo buscamos porque días atrás se hizo muy popular en redes sociales un video grabado por Heriberto Barrios, el papá de Santi, mientras el chiquito compartía con una de sus “mascotas”, una espátula rosada, y explicaba cosas muy lindas de esa especie de aves.

La espátula del video es libre, pero quiere tanto a Santiaguito que se le acerca y hasta parece que le hace cariño.

“Hola, amigos, hoy vamos a hablar de las garzas llamadas espátulas rosadas (tiene un gran parecido con las garzas, pero su pico parece una espátula, de ahí su nombre), son unos animales muy hermosos, comen betacarotenos, por eso se ponen rosadas”, lo oímos decir en el video.

“Estos son animales muy hermosos que, por ejemplo, están en los manglares y en las playas. Ellos hacen sus nidos en los manglares, comen pescados y camarones. Son animales muy especiales, hay que cuidarlos y no hay que maltratarlos, porque si los maltratamos es que estamos maltratando la naturaleza. Chao, amigos, esto fue todo por hoy”, nos explicó en el video mientras la espátula hasta cosquillas le hacía.

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La espátula y otras aves de isla Venado, en el golfo de Nicoya, son amigas de Santiago porque él tiene varios años de darles comidita, así que ahora lo buscan.

Angélica Salas Solano, la mamá, nos comentó que Santi se topa a sus plumíferos amigos en el patio de la abuelita (doña Nila Alvarado) y que ese patio es nada más y nada menos que la playa.

“Nuestra casa está como a quinientos metros más arriba y no tiene ese patio natural que hay donde la abuela. En realidad Santiago ama a todos los animales, por eso comparte con gatos, perros, aves, conejos; en fin, cuanto animal aparezca él busca cómo hacerse amigo”, explica la mamá.

Les comentamos antes que a Santi se los presentamos en el 2016 porque cuando él tenía un añito sufrió un accidente de tránsito y perdió el bracito izquierdo, algo que nunca le ha afectado. Santi es un luchador, un niño que no se arruga ante nada.

Nos cuenta su papá que Santiago es superchispa, ya a los 9 meses hablaba y con un año hasta cantaba.

En medio de la recuperación después del accidente, en el Hospital de Niños le regalaron un dinosaurio y bastó para que se enamorara de ellos. Se interesó muchísimo y hoy se sabe los nombres de muchos y si es del caso, le aclara a la gente cuáles eran carnívoros y cuáles herbívoros, cuáles son de la época Jurásica, Triásica o Cretácica; así de pipa es.

“Tiene una memoria buenísima, aprende muy rápido y por eso en la escuela de la isla ya lo van a poner a practicar para los concursos de oratoria. Él está en primer grado.

“Le hice el video porque estábamos con mis hermanos y llegó la espátula rosada y Santiago le preguntó a mis hermanos si sabían por qué era rosada y nadie sabía, entonces les explicó. Eso me hizo mucha gracia porque es un pequeñito todavía para que sepa tanto. Hay gente que me dice que parece ya un niño de nueve o diez años”, agrega el papá.

Por estos días Santi tiene dos sueños: quiere ser biólogo y jugar en un equipo de fútbol, que le encanta.

Por ahí ya apareció una bióloga que, gracias al video con la espátula, contactó al papá y le va a mandar folletos y mucha información para mantenerlo al día con el tema.

Y también el sueño de ser futbolista va cogiendo forma, lo metieron a un equipo de amputados de los Tiburones de Puntarenas y lo están entrenando para que sea portero. Cada cierto tiempo los del equipo van a la isla y le dejan uniformes, guantes y lo entrenan, algo que le encanta al ejemplar guerrerito.

“Uno de mis sueños es conocer a Keylor Navas, espero algún día poderlo cumplir. Es el portero que más admiro, es el mejor portero del mundo y es tico”, dice Santi muy emocionado.

La familia del chiquito está concentrada en lograr que tenga una prótesis que ya le recetó la Caja Costarricense de Seguro Social, pero vale cerca de ¢3,5 millones y la CCSS solo le da una tercera parte, el resto lo tiene que poner la familia.

Si usted quiere ayudar, puede llamar al 8498-7424. Santi necesita la prótesis para que la columna no se le desacomode en el futuro.