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Se buscan milagros para la niña Marisa

Obispo de San José firmará documento para iniciar proceso de beatificación el lunes 19 de marzo

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A partir del 19 de marzo se comenzarían a recibir testimonios de milagros que hayan sido atribuidos a María Isabel Acuña Arias, la conocida niña Marisa.

El obispo de San José, José Rafael Quirós, firmará ese día un documento que aprueba el inicio del proceso que llevaría a beatificación de la niña a la que algunas personas ya consideran santa.

La firma de Quirós sería un paso más hacia adelante porque el Vaticano ya había dado el visto bueno para la causa de beatificación (se necesita un milagro) y de posible canonización (hacen falta dos milagros).

La Teja conversó con el padre Alejandro Jiménez, llamado juez en este proceso y que está llevando a cabo esta causa.

El obispo Ulloa dijo el domingo 4 de marzo al final de la misa de 9 a.m., que él firmará el documento el próximo lunes 19 de marzo.

"Lo que va a comenzar es el proceso de beatificación y canonización hasta que el obispo diga que comienza, está en el proceso de discernimiento y llevará distintas etapas, por lo que esperamos que concluya algún día con el reconocimiento de la niña Marisa", contó el padre Alejandro Jiménez.

Para llegar a este punto del proceso, la causa de la niña Marisa tuvo que pasar por otras etapas.

La primera fue cuando el obispo diocesano pidió iniciar el proceso de canonización, presentando a la Santa Sede un informe sobre la vida y las virtudes de la niña Marisa.

La segunda etapa es más larga porque consta de cinco pasos. Entre ellos está el que un tribunal (religioso) designado recibe testimonios de personas que conocieron a la niña Marisa, luego se analizan escritos, se crea un documento llamado "positivo" y se discute ese documento antes de enviárselo al papa, quien se encarga de dictar el Decreto de Heroicidad de Virtudes. Ese documento reconoce, en términos sencillos, que la persona propuesta para la santidad era especial.

A este punto de la historia en el cual nos encontramos seguiría que el obispo firme el documento. Después pasaríamos al tercer paso, el cual se completa recibiendo testimonios de personas que le atribuyen algún milagro a la niña Marisa.

María Isabel fue una niña que, se dice, le ofreció su vida a Dios con tal de que su papá se convirtiera, ya que no creía en Dios.

La niña Marisa padecía un cáncer en el cerebro que le arrebató la vida a los 13 años, edad en la que su padre se hizo católico.

La Teja conversó con doña María Eugenia Carvajal, una vecina de Liberia y de 77 años que conoció a la niña Marisa y se alegró mucho con la noticia.

"Era una niña muy linda, no solo físicamente, porque tenía una cara muy bonita, pero ella como persona era muy dulce. Yo me lleno la boca diciendo que la conocí, es como un privilegio que le dio Dios a uno", dijo doña María Eugenia.

Esta guanacasteca dice sentirse muy orgullosa de que se haya dado un paso más en la intención de hacer santa a una persona que, para ella, ya lo es.

Además, se alegra porque ella conoció al padre Ángel, quien fue el que echó a andar la idea del proceso de canonización.

"Recuerdo que él repartía novenas con una foto de la niña Marisa, después él murió y el caso como que quedó estancado, por eso cuando vimos que el nombre de ella iba a consulta nos alegramos mucho", añadió doña María Eugenia.

La niña Marisa era tan buena y tenía una fe tan fuerte que, según cuenta doña María Eugenia, hizo algo poco común. A escondidas de su papá, que era ateo, la chiquita compró dos pedacitos de lotería y se los puso a una imagen de la virgen para que le ayudar a pegar y comprarse el vestido de primera comunión que su papá no le quería comprar. Ella deseaba con fuerza hacer la primera comunión.

Para sorpresa de todos, la niña Marisa hizo su primera comunión con vestido y todo porque se le hizo el milagro, ¿será que le aparecen unos cuantos más y la vemos pronto como santa?

Los restos de la niña Marisa están sepultados en el cementerio municipal de Heredia.

Actualmente ese mausoleo está como una joyita, pero La Teja había dado a conocer el año pasado que se estaba cayendo a pedazos.

La administración del cementerio, en conjunto con la muni de Heredia, se pusieron manos a la obra y dejaron como Dios manda el lugar donde descansa la niña.

Los 15 de agosto de cada año llegan muchas personas a dejarle peticiones.

Anteriormente la gente le escribía en las paredes del mausoleo, lo cual lo hacía ver todo descuidado. Sin embargo, la administración ya puso un librito donde la gente puede dejarle el recadito sin vandalismos.

Marcelo Poltronieri

Editor web, acomodador del periódico impreso y uno de los encargados de los posteos en las redes sociales de La Teja. Ha trabajado en Grupo Nación desde el 2012 en distintos productos y secciones. Es bachiller en Periodismo y licenciado en Producción Audiovisual en la Universidad Federada San Judas Tadeo.

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