Guadalupe Hernández se levantó a las 3:30 de la madrugada para viajar desde Upala al Hospital México a realizarse exámenes de labotario que necesita. Los resultados los analizaría un doctor el lunes 24 de septiembre.

Estuvo llame que llame el viernes para saber si tenía que venir y nunca le contestaron. Entonces, decidió venirse con su sobrina Maribel Alonso, sin desayunar, porque el examen eran en ayunas.

El hombre de 45 años es diabético y tiene cuatro meses sin tomar el medicamento. No solo venía por los exámenes, también debía ir a farmacia por medicinas.

“Yo lo que digo es que si van a ir a huelga que por lo menos dejen a una persona en ventanilla para que le diga a uno cuando es la otra cita. Ya perdí el día, la vez pasada perdí el medicamento también por una huelga”, dijo Hernández.

Su sobrina comentó que lo acompaña porque se descompone mucho y le da miedo que le pase algo.

Ellos son un claro ejemplo de como la huelga afecta a los usuarios de la Caja.

Este lunes, el hospital México anunció que se uniría al movimiento y dejaron sin servicio a laboratorio, se devolvieron pacientes de Consulta Externa y quimioterapia, donde solo había tres enfermeras, de catorce, mientras que en radioterapia y Consulta Externa de oncología se reportaron personas apoyando el movimiento, pero no se devolvieron pacientes.

“En Farmacia hay 21 funcionarios que se unieron al movimiento y , eso afecta el servicio, entrega de medicamentos y recibo de recetas porque se torna más lento”, dijo Susan Saravia, vocera del centro médico.

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Sin exámenes

Doña Gloria Elizondo, de Tibás, fue otra de las tantas personas afectadas en el Hospital México, pues no le hicieron los exámenes de laboratorio que necesita con urgencia después de haber sido operada.

Dichos exámenes estaban programados desde hace un año y la señora no puede andar en bus debido a la operación.

Ya había gastado tres rojitos en un taxi y tenía que montarse en otro para regresar a la casa. Sin embargo, la necesidad económica la obligó a tomar bus.

“El examen era en ayunas, llegué a las seis y había una fila enorme. Ando sin desayunar y soy diabética. Es una injusticia lo que hacen”, dijo.

Otro afectado, Víctor Zamora, estaba bastante molesto.

“Uno viene a perder tiempo, uno es el perjudicado”, dijo el vecino de Santo Domingo.

Mientras eso pasaba, los médicos, enfermeros y demás personal gritaban urras y vivas en el auditorio del hospital México en apoyo a la huelga por el pueblo de Costa Rica, decían.

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