Serie de espanto: Las bodegas de satanás

Una propiedad en Guadalupe, en la que hay unos 25 locales, al parecer tiene una presencia satánica y maligna que atormenta a los inquilinos.

En el lugar hay varios locales comerciales, bodegas y dos casitas.

Según cuentan los vecinos de la zona, estos 6.400 metros cuadrados fueron comprados por el actual dueño hace más de 40 años, pero lo que nunca le dijeron es que ese lugar, supuestamente hace más de 100 años, fue un cementerio indígena, por eso, la gente está convencida que todos los espantos que sufren tienen que ver con demonios y almas en pena que están chivas porque construyeron encima de sus tumbas.

En estos momentos hay locales alquilados para ebanistería y talleres mecánicos, que están a la par de las bodegas donde todas las noches se escuchan ruidos extraños y gritos profundos que nadie sabe explicar.

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Para los empleados de los talleres, de las bodegas vienen sombras demoníacas y fantasmas, que en ocasiones no los dejan trabajar en paz, de hecho, muchos trabajadores del miedo han dejado todo tirado.

Círculo paranormal

Ante tanto espanto del más allá, el dueño de la propiedad, en unión con algunos inquilinos, contactaron a la gente de Círculo Paranormal, porque les urgía saber si en esas bodegas en verdad vive algún demonio.

El pasado 15 de octubre, el equipo de Círculo Paranormal, integrado por Octavio, Morrigan, Seth y Lottus, fueron al lugar y pudo comprobar que algo paranormal está en toda la propiedad y se pasea de las bodegas a los locales comerciales.

El equipo entrevistó a algunos trabajadores y ellos contaron sus encuentros terroríficos con sombras y espantos, que no los dejan trabajar tranquilos.

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Los empleados nos dijeron que por miedo a que los demonios la agarren en serio contra ellos por andar contando esos contactos, prefirieron no dar sus nombres completos, pero sí uno de sus dos apellidos.

Molina, un ebanista, tuvo un encuentro directo con una sombra diabólica, pudo ver como el espanto cruzaba una bodega de lado a lado.

“Jamás me volví a quedar en esa propiedad después de las cinco de la tarde”, confirmó.

Asustan hasta al perro

Uno de los trabajadores, de apellido Aguilar y quien también es cuidador de noche, asegura que por las noches escucha como los fantasmas hacen un tiradero de platos y ollas en la cocina y cuando él se levanta a revisar todo está en perfecto orden.

“Vieran como me duele Faux (un perro que tienen cuidando), porque le ladra y le ladra a algo, durante toda la noche, incluso, ya son varias veces que le tiran zapatos para que se calle y los zapatos están colgados en la pared”, afirmó Aguilar.

Monge, otro breteador, recordó que en una ocasión se quedó tarde haciendo unos adelantos y alguien o algo lo observó todo el tiempo, entonces, para confirmar que estaba solo se fue a revisar las bodegas y un frío escalofriante le atravesó el cuerpo y salió corriendo.

Demonio lo tocó

Anchía, quien conoce muy bien las bodegas de satanás, ha tenido contacto directo con la sombra diabólica porque le ha tocado la espalda, por eso, cuando ya el espanto lo tocó, se fue a buscar ayuda y llevó gente de la iglesia para que le oraran en las bodegas, eso calmó un poco a los bichos, pero poco a poco se están volviendo a alborotar.

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El 21 de octubre, por petición y casi súplica de los dueños de la propiedad, el equipo de Círculo Paranormal regresó y confirmó científicamente que esa propiedad tiene fuerte actividad fantasmal, que hay duendes y un ente superior demoniaco (la sombra) que no abandona el lugar. No han podido confirmar lo del cementerio indígena, pero están revisando datos históricos de Guadalupe.

Nos explican los de Círculo Paranormal que el caso está todavía en investigación, que van a realizar una tercera visita y si es necesario habrá hasta una cuarta. Actualmente hablan con expertos en entes del más allá para que vayan a limpiar la propiedad y si después de eso siguen los demonios, el caso pasará directamente a las autoridades de la iglesia católica.

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Si tiene algún problema diabólico, puede comunicarse con Círculo Paranormal al 6174-1150 con Octavio o al 6100-2683 con Dara.