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Pocos temas despiertan tanta ansiedad y tanto placer, tanto dolor y tanta esperanza, tantas discusiones y tantos silencios, como las posibilidades eróticas del cuerpo. (Weeks, 1993).
La relación sexual significativa incluye componentes emocionales y cognitivos, los cuales son importantes no sólo para el logro de la intimidad, sino que además sirven para alcanzar una calidad de vida satisfactoria, segura y en corresponsabilidad.
Todas las investigaciones muestran que un porcentaje elevado de mujeres y hombres padece a lo largo de su vida alguna disfunción sexual, para estas situaciones es importante la terapia sexual, la cual se define como un trabajo interdisciplinario por medio de diferentes técnicas para hacerles frente a los problemas sexuales.
Las fallas en la erección, el bajo deseo sexual y las conductas sexuales compulsivas son actualmente el motivo de mayor consulta.
En las mujeres se ha descubierto que los afectos negativos pueden quitar o bajar la excitación sexual. Así, la ansiedad, culpa sexual o culpa, autocrítica, autoconsciencia sexual y baja en el deseo sexual afectarían las experiencias románticas y sexuales.
En cuanto a los hombres, la ansiedad es la mayor problemática en la disfunción sexual, que se caracteriza por presentar altas exigencias de ejecución, exigencias de satisfacer a sus parejas y tendencia a maximizar un “fracaso” sexual.
En los sujetos disfuncionales, la actividad fisiológica está altamente asociada con exigencias y fracaso anticipatorio, mientras que en los sujetos funcionales la respuesta fisiológica es el resultado de pensamientos eróticos de éxito.
Los temores más frecuentes en los hombres con consecuencias en el desempeño son el temor de ser ridiculizados por su pareja sexual por dificultades de ejecución.
La otra es el temor a que una mala ejecución sexual pueda significar para el otro una tendencia a la homosexualidad. También temen que sus dificultades de ejecución puedan significar la pérdida de masculinidad (este miedo aparece tanto en hombres heterosexuales como en homosexuales).
En todas estas situaciones la terapia sexual es excelente para sentirse bien con uno mismo.
