Existen amores de amores, pero hay uno que es muy frágil, muy débil. Se trata del amor de cristal, relaciones de pareja que son muy sensibles.
Estas parejas tienen un vínculo que se quiebra por cualquier cosa y se enojan por todo. Es un amor tan quebradizo que al menor contacto se le hacen fisuras.
Por cualquier problema deciden separarse o incluso divorciarse. Ellos se pelean por todo y discuten siempre por definir cuál de los dos tiene la razón.
La inmadurez emocional los hace ser muy sensibles a situaciones que cualquier otra pareja resuelve con facilidad.
Una de las características de este amor es que las personas son muy caprichosas y demasiado rencorosas por lo que les cuesta mucho perdonar.
Uno de los problemas más graves del amor de cristal es que la apariencia es muy linda, las parejas se ven muy comprometidas entre sí y las personas dicen que son el uno para el otro.
Pero la realidad es distinta, ya que cuando están a solas y vienen las diferencia ese gran amor que transmiten a los demás se quiebra como un vidrio.