El temor invade las cercanías de la escuela y los colegios de Desamparados, donde se reportan casos de docentes y alumnos con coronavirus Covid-19 y para peores a cada rato falta el agua.
Se trata de la escuela Ricardo Francisco Schmitz, de El Porvenir; el Liceo Rubén Odio, de Desamparados centro, el Liceo Nocturno de Desamparados (que utiliza las instalaciones del Rubén Odio) y el CTP Máximo Quesada de Patarrá.
Estos centros educativos permanecerán cerrados temporalmente.
El Ministerio de Educación (MEP) confirmó que en la escuela Ricardo Francisco Schmitz se reporta un caso de contagio de una maestra.
En el Liceo Rubén Odio un profesor sería el contagiado.
Este martes, el ministerio de Salud confirmó los primeros dos niños enfermos con el nuevo coronavirus, uno de 11 y otro de 13 años. En total se reportan 13 casos positivos.
Según el ministerio de Salud estos últimos casos fueron contactos del médico del hospital de Alajuela, quien en total ha contagiado a cinco personas directamente, más 165 trabajadores del hospital que están como casos sospechosos.
Ausentismo
La Teja visitó los alrededores del Liceo Rubén Odio y los choferes de busetas confesaron que muchos padres ya no están enviando a los estudiantes a clases en escuelas y kínder cercanos.
“Aquí se vive un nerviosismo, hay menos gente en la calle, el alcohol en gel y jabones ya no se encuentran en los súper”, comentó el busetero Mario Marín.
Agregó que a esto se suman los problemas con el suministro de agua, pues se va tres días a la semana, lo que agrava la situación.
Flor Bolaños, directora del Jardín de Niños María Jiménez, ubicado a la par del Rubén Odio, confirmó que muchos alumnos ya no están llegando por la incertidumbre.
Además, en este kínder han tenido que variar el horario por la falta de agua, pues el líquido alcanza hasta las 9 a.m.
Los sindicatos de educación pidieron al MEP suspender las clases por lo menos 15 días, pero la ministra ha dicho que solo lo hará cuando haya una orden sanitaria.
Golpe a las ventas
La Teja también visitó los alrededores de la escuela Ricardo Francisco Schmitz.
Mirian Arias, de la panadería El Porvenir, ubicada a la par de la escuela, está muy preocupada.
“La situación es preocupante, que cierran colegios, que esta escuela tendrá 10 días de cierre. Ya uno no sabe ni qué medidas tomar, yo casi gasto como dos botellas al día de alcohol por el temor” dijo la comerciante, quien agregó que a esto se suma el problema del agua en las localidades cercanas.
Rolando Herrera, de la carnicería Emmanuel, confesó que el cierre ya le está afectando.
“Hay incertidumbre, inseguridad. Ya se está sintiendo en las ventas, la escuela es la que mueve el barrio, por las mamás y los almuerzos”, dijo.
Darío Villagra, del bazar Darío, aseguró que sus ventas dependen mucho de la apertura de la escuela.
“La situación nos afecta a todos como comunidad, mi negocio usted lo ve surtido, pero la situación está muy dura y con esta enfermedad cerca es más difícil”, comentó.