Nacional

Tico detenido en Managua está en una de las peores prisiones del país

Fue arrestado en la calle y su papá también está recluido, pero en una delegación

EscucharEscuchar

Eduardo Mora Arana, de 34 años, y su padre, Eduardo Mora Báez, de 64, están detenidos desde el jueves anterior en Managua, Nicaragua.

El hijo permanece en el centro penitenciario El Chipote, catalogado como una de las peores cárceles de ese país y de América Latina; el padre se encuentra en una delegación policial.

Ambos fueron encarcelados durante la noche del jueves por razones que aún no están claras.

Algunas versiones apuntan a que el joven iba por la calle cuando fue arrestado, al parecer fue confundido con uno de los manifestantes que piden la salida del presidente nicaragüense Daniel Ortega del Gobierno, situación que desde el 18 de abril de este año, cuando se iniciaron las protestas, ha dejado a 225 personas fallecidas y 135 desaparecidos.

El papá, al darse cuenta de la situación, fue a preguntar por su hijo pero también quedó detenido.

Los dos tienen doble nacionalidad y residen en el vecino país del norte.

De acuerdo con Javier Sancho, exembajador de Costa Rica en Nicaragua, El Chipote, tiene fama de ser un lugar donde se tortura y adonde de momento, están llevando a los detenidos por las protestas contra Ortega.

"Las celdas son de uno por dos metros. Apenas hay campo para sentarse, los reclusos no ven la luz del sol y hasta pierden la noción del tiempo porque no saben cuánto tiempo ha pasado", aseguró Sancho.

"Ese lugar no debería ni llamarse cárcel, ahí se violan los derechos de las personas y se podría decir que hay muchos inocentes que no cometieron ningún delito", añadió.

Sancho explicó que El Chipote no cumple con las normas básicas que exigen los organismos internacionales para funcionar como una cárcel.

"El espacio de las celdas es muy pequeño y ahí mismo tienen que hacer todo, lo que hay es un hueco para que los prisioneros hagan sus necesidades", afirmó.

Uno de los aspectos más tristes que el exembajador recordó fue la alimentación que reciben los detenidos.

"La comida se las daban prácticamente en las manos, solo imagínese qué clase de comida les daban. En las mañanas comían poco y en ocasiones solo les daban para comer una vez al día, realmente es algo muy triste", añadió.

Esta no es la primera vez que un costarricense es detenido y enviado a la cárcel El Chipote. En el año 2015 estuvieron privados de libertad José Daniel Gil Trejos y José Eduardo Tiffer.

Sancho explicó que en el caso del primero fue capturado en Nicaragua luego de que en México lo buscaran por un delito de fraude electrónico. Con el segundo las causas se desconocen.

"En eso lugares se hacían torturas. Por ejemplo, les hacían choques eléctricos, les daban golpes con bates forrados con telas y algodón para no dejar marcas. A los costarricenses los insultaban, les decían que no iban a salir vivos de Nicaragua y que eran ladrones por el tema del río San Juan", añadió don Javier.

"A algunos los drogan para que no reclamen o para golpearlos más fácilmente cuando los sacan. Es una cárcel tenebrosa controlada por Ortega y su esposa (Rosario Murillo)", detalló.

Consuelo Arana, prima de Eduardo Mora Arana, dijo a La Nación que están tranquilos de saber que al menos están en una cárcel y no desaparecidos, como decenas de muchachos y muchachas que han protestado contra Ortega.

Desde la Cancillería tica informaron que ya solicitaron información sobre el padre y el hijo para conocer su situación jurídica; sin embargo, no han recibido respuestas.

“Estamos en el proceso de pedirle al Ministerio de Gobernación de Nicaragua que permita el acceso a El Chipote y que nos confirme la detención de este ciudadano que tiene las dos nacionalidades”, detalló Eduardo Trejos, embajador de Costa Rica en Nicaragua.

Daniel Ortega encabezó este sábado en Managua una multitudinaria marcha de sus seguidores en respuesta a manifestaciones que le piden dejar el poder.

”¡Abajo los golpistas!”, ”¡Ni un paso atrás!”, ”¡Se queda, mi comandante se queda!, “¡Queremos la paz!”, gritaban los seguidores de Ortega, ondeando banderas del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional.

Ortega no aparecía en público desde el 30 de mayo, cuando dijo ante miles de seguidores que seguiría en el poder.

“Soy una mujer revolucionaria y estoy defendiendo a mi patria de la derecha golpista y sus vándalos. Los sandinistas somos pacifistas, pero si nos buscan nos van a encontrar. Ellos son los violentos y le achacan al gobierno los muertos”, dijo Martha Candray, exmilitar de 57 años.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.