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Tico que estuvo cerca del papa: “Sentí nervios, felicidad y pensé en todas las personas que han pasado por mi vida”

Estuvo a dos metros y medio del santo padre en JMJ en Panamá

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A casi un mes de haber terminado la Jornada Mundial de la Juventud conversamos con Kenneth Rivas, uno de los jóvenes ticos que participó en el viacrucis que le permitió a él y otros 11 muchachos estar a escasos dos metros y medio del papa Francisco.

Kenneth pertenece a la diócesis de Tilarán-Liberia y es estudiante de Zootecnia en la UCR. Junto a él participaron Andrea Ramírez, de Puntarenas; Juan Pablo Rojas de San José; Cristhian Jiménez Castillo y Alicia Morales de San Isidro de El General; Beatriz Coto de Cartago; Franciny Gamboa y Erick Rodríguez de Limón; Javier Araya Porras y Daniela Cortés Víquez de Ciudad Quesada; Luis González Sánchez y Raquel González de Alajuela.

“La delegación de Costa Rica fue la más privilegiada porque pudimos estar más tiempo junto al papa, un total de 35 minutos aproximadamente, 20 minutos mientras esperábamos salir en el viacrucis y 15 minutos en el mensaje final de él”, explicó Kenneth.

Los nervios se incrementaron cuando se les acercó el oficial de seguridad a decirles que se apartaran un poco porque ya iba a entrar el papa, recordó el joven oriundo de Upala.

“Ese momento es muy importante para los católicos porque el papa representa la unidad de la iglesia y a Pedro, que es la roca con la que se funda la iglesia. Sentí nervios, felicidad y pensé en todas las personas que han pasado por mi vida”, recordó.

Agregó que transmitía mucha presencia, no era grande ni imponente y su sotana era resplandeciente.

“Fue una experiencia de tres horas en total mientras esperábamos, estuvimos de dos de la tarde hasta las cinco”.

Emoción inexplicable

Otro de los aspectos que recuerda Kenneth es la reacción de algunos de sus acompañantes en ese momento.

“Recuerdo a uno de los compañeros que mientras observaba al papa, se ponía las manos en la boca con la bandera de Costa Rica y se quedaba viendo la pantalla como en shock de la emoción. A otros se les vinieron las lágrimas, fue un momento muy emotivo. Cada uno entendía lo que estaba viviendo el otro, más que hablar esa fue la forma de transmitirnos las emociones”, explicó.

Después de que terminó el víacrucis no pudieron comentar entre ellos la experiencia porque había muchas personas caminando por las calles panameñas y aseguró que no lloró en ese momento porque es un poco más fuerte. Pero cuando iban hacia el metrobus, se quebró en media calle.

“Mientras caminábamos como que caí en cuenta de lo que acababa de vivir y se me vinieron las lágrimas”, comentó el joven upaleño.

Sin duda, lo vivido por estos jóvenes lo recordarán el resto de sus vidas.

Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

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