Este martes se conmemora el Día Internacional de Concientización sobre Autismo.
Es una fecha que se convierte en un llamado a la sensibilización para mejorar las condiciones de vida de las personas autistas. En Costa Rica y en muchos países más se invita a vestir de azul.
Maribel Madrigal, presidenta de la Fundación Autismo Costa Rica, estima que en el país, unas 68 mil personas viven con esta condición.
Agregó que el azul se utiliza debido a que el autismo se asemeja al mar. En algunos momentos está calmo y otras ocasiones las aguas se agitan.
“Es importante aclarar que el Trastorno del Espectro Autista no es una enfermedad, por lo tanto no tiene cura y de ahí la importancia de garantizar las condiciones educativas, médicas y familiares para que la persona autista viva feliz”, expresó.
Añadió que la persona autista tiene intereses restrictivos y conductas repetitivas. Esto puede provocar que en muchos casos tengan problemas para hacer amigos, tener relaciones de pareja y por eso a veces se cree que “están en su mundo”. Incluso se ha pensado que son muy agresivos.
Tareas pendientes
Según Madrigal, quien trabaja con personas autistas y sus familiares desde hace más de 20 años, los principales retos al día de hoy son una mayor inclusión por parte de la sociedad y cambios en el sistema educativo para que niños y jóvenes autistas puedan recibir una educación de calidad.
“Necesitamos familias empoderadas que se hagan valer y promuevan la igualdad. El sistema debe ser más inclusivo y en muchos casos, las escuelas y colegios no tienen el personal capacitado para atender a estos estudiantes.
"Muchas veces pasan que los docentes quieren trabajar con los alumnos autistas, pero no cuentan con una formación acorde a las necesidades de los estudiantes”, afirmó.
Con respecto a este tema, Gilda Aguilar, jefa del Departamento de Apoyos Educativos para el estudiantado con discapacidad del MEP manifestó que se están haciendo esfuerzos importantes para mejorar la educación que reciben los estudiantes autistas.
“Estamos trabajando en el censo escolar, que nos permitirá conocer en detalle, cuántos alumnos con TEA forman parte del sistema educativo. Antes, el alumno autista se enmarcaba dentro del grupo de estudiantes con problemas emocionales y de conducta, ahora podremos reconocerlos de otra forma”, manifestó.
Aguilar agregó que otro de los cambios que se están realizando es permitir que los docentes de educación especial puedan compartir más tiempo con los docentes regulares.
“El sistema educativo nos permite que los estudiantes con autismo y con alguna discapacidad puedan ser recibidos en las instituciones públicas.
"No podemos dejarlos de lado y por eso es importante, que cuando llega a una escuela un chico con autismo, las autoridades del centro educativo nos comunique para nosotros brindar las redes de apoyo correspondientes”, dijo.