Además del sombrero y las botas que llevará al tope, también deberá buscar un buen veterinario para que le garantice que su caballo no lo meterá en problemas.

Como ocurrió el año pasado, este año también se aplicará mano dura con respecto a las reglas de la Ley de Bienestar Animal con la ayuda de los funcionarios del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), y la Comisión de Fiestas de la Municipalidad de San José.

Todos ellos pelarán el ojo para asegurarse que en el tope de San José y durante las corridas de toros, tanto en Zapote como Pedregal no se maltraten a los animales.

No se permitirá la participación de caballos enfermos, lesionados o con evidente deterioro de su salud. Tampoco permitirán la participación de yeguas con preñez avanzada o en celo.

A cada caballo solo lo podrá montar una persona, no dejarán hacer carreras y los accesorios que se usen como el freno en el hocico, las espuelas con picos, los chuzos, los látigos u otros objetos que les puedan causar algún daño estarán prohibidos.

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“Senasa revisará la condición corporal de los caballos antes de cada evento para asegurarse que no presenten lesiones en el cuerpo, los cascos, la grupa donde se coloca la montura o en el morro, que es donde se sujeta con el mecate. También le pondrán atención al tipo de espuela para que cumplan con las normas establecidos y se inspeccionarán las rampas que se utilicen como descargaderos” indicó Federico Chaverri, director general del Senasa

Una vez terminada la actividad se deberán devolver los caballos al lugar de donde los trajeron. Los rucos que sean decomisados por la Muni durante la actividad serán llevados a un lugar en el que tendrán alimento (pasto) y agua.

En las corridas de toros también

Para los que participan en las corridas de toros también aplicarán las reglas, ya que deberán tener un asesor veterinario a tiempo completo que haga respetar las reglas en el toril. Además, solo podrán estar en el lugar los que trabajan y supervisan la actividad.

Deben disponer de un lugar para que los animales beban agua, a los toros que salgan a la plaza, se les deberán arreglar los cuernos para que no tengan la puntas tan peligrosas y estar en el toril una hora antes del inicio de las corridas.

Tanto el veterinario oficial, como el asesor veterinario tomarán las medidas necesarias para asegurarse que no hayan animales con heridas o que sean de riesgo para el animal como cojeras o golpes muy fuertes que sufran antes o durante el evento.

Si algún animal muere y se logra demostrar que falleció por descuidos o por crueldad, las personas involucradas podrían pasar en el tabo de tres meses a dos años.

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